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…And You Will Know Us By The Trail Of Dead – Lost Songs

...And You Will Know Us By The Trail Of Dead - Lost Songs portada
Superball Music / Century Media, 2012
Productor: ...And You Will Know Us by the Trail of Dead, Chris "Frenchie" Smith
Banda: Conrad Keely, Jason Reece, Autry Fulbright II, Jamie Miller

Géneros: , ,

8.7

Y les conocerás porque lo volvieron a hacer. No merece la pena que analicemos de nuevo toda su carrera (aunque sin duda merece la pena escucharla) pero si «Tao of the Dead» nos enseñaba la cara más épica, psicodélica y progresiva de los tejanos, este «Lost Songs» sitúa a la banda en parámetros cercanos a aquel brillante y ya lejano «Madonna» y esos tiempos en que el punk-rock era una componente mucho más importante en su irresistible mezcla.

Así es su octavo disco, uno de los lanzamientos más directos e iracundos del grupo liderado por Conrad Keely y Jason Reece. Y así nos lo mostraron con adelantos como el supersónico post-hardcore de «Up To Infinity» repleto de estridencia guitarrera y crispación vocal. O el punk melódico de «Catatonic» con un fondo repleto de adictiva electricidad. Ambas muestras de esa revitalizada rabia, dirigida a los tejemanejes políticos, al orden mundial o a violaciones de derechos humanos como el caso Pussy Riot que como músicos parece que les ha tocado muy a fondo.

Así que tenemos a una banda que rejuvenece, se olvida por un momento de demostrar su grandiosa capacidad compositiva y activa sus sentidos más primarios con temas que le salen del estómago como «Pinhole Cameras» y «Bright Young Things» que harán realidad los sueños de los seguidores de sus primeros tiempos más agitados. Pero también saben moverse entre turbulencias y smog con la lentitud y alevosía de «Flower Card Games» y «A Place To Rest» que a la postre pueden resultar más impactantes.

Pero lo mejor de todo es comprobar como, incluso cuando se ponen premeditádamente directos y estandarizan su composición en torno a los 3-4 minutos por canción, todas encierran los detalles y las ondulaciones que caracterizan a la banda. Y es que si cuando la banda apareció como un elefante en una cacharrería entre el indie y el post-hardcore, no hacían más que colgarles influencias, hoy suenan tanto a ellos mismos como un grupo podría soñar. Y en esa tesitura la banda es capaz de hacer un disco repleto de singles en una vena de rock alternativo airado pero totalmente focalizado. Resulta sorprendente cómo la banda entrega una y otra vez canciones tan características y emparentadas con su propio legado consiguiendo mantener la excitación en el oyente, como si se deconstruyeran a sí mismos para seguir ofreciendo nuevos engendros sonoros con las mismas piezas. Y en ello son muy buenos, generando a la vez una complicidad extra a la que su seguidor habitual puede agarrarse.

Si, la banda ha regresado con ganas de lanzar un mensaje contundente, pero no hay que confundirlo con simple o monocorde. Todo ese particular post-hardcore viene arropado por el misterio de «Open Doors», la majestuosidad instrumental que evoca a Jane’s Addiction y se ríe de Muse en «Opera Obscura», el sorprendente post-punk de «Lost Songs» o la belleza calmada de «Awestruck» en un disco sin relleno. El punto final llega con el pop soleado de «Time and Again» que cierra el disco con algo de esperanza.

Merece la pena comentar la edición limitada, que parece recoger piezas algo rupturistas con el grueso del disco, como la aproximación acústica de «Skywhaling» o la rendición al rock 70s de «Mountain Battle Song» o una divertida versión alemana de «Lost Songs», ya que grabaron el disco en Hannover y editan en un sello alemán. Y para que veamos que no pierden su amor por lo progresivo incluyen un CD adicional con la «segued version» intento de hacer de un disco de canciones una obra que discurre como una pieza, iniciativa curiosa, pero mayormente forzada.

Si …And You Will Know Us By The Trail of Dead ya estaban por méritos propios en el trono del rock alternativo contemporáneo, con su nuevo disco cogen ese trono y lo ponen en la cima de una montaña bien alta desde la que se dedican a escupir a muchos de sus adormilados contemporáneos. Y cada vez parece más dificil que alguien les baje.

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1 de enero de 2012