Extrañas fueron las primeras escuchas de este nuevo disco de los tejanos Trail of Dead. El hecho de haber escuchado algunos de sus temas en su EP de adelanto «Festival Thyme» dejaba una sensación de déjà vu que finalmente se saldó positívamente. El carácter conceptual de la banda, cada vez más seducida por el rock progresivo provoca de esta forma que «Giants Causeway» abra el disco sonándonos de algo. Claro, es el torbellino épico de sintetizadores de «The Betrayal of Roger Casement and the Irish Brigade» en versión reducida.
Una más que prometedora intro para «Far Pavillions», que nos devuelve en cierta medida a los viejos tiempos, cuando la melodía y la grandilocuencia era combinada con nervio, velocidad y rabia. Efectivamente, «The Century of Self» se concibe como un equilibrio entre el increíblemente maltratado «So Divided» y el universo que la banda creó hasta entonces. Pronto llegará seguramente la demostración más palpable de que TOD siguen siendo la misma banda, pero lo más importante, que conservan el genio y la maestría para crear piezas de indie-prog-rock con sus subidas, sus bajadas, sus mantras instrumentales, sus airados arrebatos post-hardcore y sus coros.
Hablamos ni más ni menos, que de envolver al oyente en su telaraña, hacerle perder la noción de las canciones y considerar el disco como una pieza indivisible, al tiempo que mágicamente mantienen un tono pop-rock tan evidente, avivado sobre todo por la mundana y nada pretenciosa voz de Conrad Keely. Aunque para contrarrestar esto están los coros operísticos y las orquestaciones, muy presentes en «Halcyon Days», sin ir más lejos. Esta es la mejor prueba de cómo pulverizan una canción y comienzan otra, en este caso un psicodélico cruce entre Beach Boys y Pink Floyd que por supuesto desemboca de nuevo en la canción inicial.
Sólo era una forma de coger aire para enfrentarnos con el último bloque del disco, cuatro cortes que forman un sandwich donde las tapas atienden a los nombres de «Insatiable One» e «Insatiable Two». La primera es una balada de piano ciertamente barroca, que conduce a la explosión guitarrera y al tema más palpitante del disco, «Ascending», de trepidante y ágil estructura dominada por la superposición vocal y en la que incluso se escapa algún grito de los antaño. Como de costumbre las cosas no son tan sencillas como parecen y su ecuador nos lleva de viaje por el rock n roll setentero. El interludio de piano/teclado de «An August Theme» nos conduce al ocaso con la mencionada «Insatiable Two» a ritmo de vals para acabar con una balada marca de la casa.
Esta claro que Trail of Dead mantienen más que el tipo con esta nueva entrega, pero mal que les pese a quienes menosprecian «So Divided», «The Century of Self» no llega a los niveles de adicción, ni de frescura general, ni de heterogeneidad de aquel. Además que deberían haber incluido también la primaveral algarabía de «Festival Thyme».