Fui muy suspicaz ante el debut de Alt-J como siempre lo suelo ser con las bandas que triunfan prácticamente antes de sacar disco. Su estilo, aunque original, me parecía algo cargante, pero me rendí a algunos de los temas porque eran impresionantemente pegadizos «An Awesome Wave» suponía una intrigante mezcla de pop, soul blanco y electrónica que a veces chirriaba y a veces era una máquina que te derribaba.
«This Is All Yours» es una continuación arriesgada. Y eso es casi lo mejor que puedo decir de él, porque el ahora trío entrega un disco ambiental hasta el extremo. Tanto que me gustaría indagar en la historia de «Left Hand Free», radiable single de funk-blues-pop marchoso que parece hecho para sonar en las radios menos exigentes y que en el conjunto se nota metido con calzador. Ante este panorama, la anteriormente filtrada «Hunger of the Pine», con sample de Miley Cyrus incluido, resulta lo más sobresaliente del disco gracias a su aire misterioso de trip-hop.
Hay que reconocerles algo a Alt-J. No todo el mundo puede conseguir que la «Intro» de un disco sea con creces más movida que lo que le sucede. «Arrival In Nara» es otra intro en sí, para «Nara», que lejos de lo épico es un tema lento de piano que incorpora elementos sin alcanzar gran impacto. Algo más fuerza lleva «Every Other Freckle», una especie de invocación flojeras del espíritu de Queen. Y el devenir del disco no nos ofrece muchos más sobresaltos. Una escucha de seguido puede incluso llevarnos a comprobar si se ha parado la reproducción en más de un momento. Quizá alguno de estos temas tan reposados hubieran triunfado en pequeñas cantidades, pero de esta forma la sensación es que estos chicos han querido marcarse «un Bon Iver», con muy mal resultado.
No suelo reseñar discos que me parezcan tan aburridos porque normalmente me dedico a otros que ya sé que pueden ser de mi interés. Esta reseña es fruto de la total incredulidad de que un grupo que se ha hecho famoso con un único (buen) disco regrese con algo tan insípido. Alt-J, lo teníais complicado para sobreponeros al hype, pero es que ni siquiera lo habéis intentado. Y el hecho de tener que recurrir a un vínculo con uno de vuestros viejos hits («Bloodflood pt.II»), es la mejor prueba.