Ya que la excusa que nos sirve para esta entrevista es vuestra aparición en el AloudMusicFest, ¿qué opinión tenéis sobre el sello Aloud y qué experiencia habéis tenido con ellos, ya sea en lo personal o con su actividad? Aunque son muy diferentes formas de actuar, supongo que hay puntos en común con lo que hacéis con bIDEhUTS.
La primera referencia que tuvimos de Aloud fue gracias a un concierto que compartimos junto con Lo:Mueso, durante la gira de «Ezlekuak». Mas tarde llegaron los discos de The Joe K-Plan, Atleta, Ainara LeGardon…Gracias a la relación que tenemos con Ainara llegamos hasta Sergio. Creo que entonces fue cuando los lazos entre Aloud y Lisabö se estrecharon más firmemente. También a través de Bonberenea, Centro Social Autogestionado, de Tolosa, con quien ambos (Lisabö y Aloud) guardamos estrecha relación.
Pudimos así conocerles mas de cerca, y si algo une ese triángulo Aloud – Lisabö – bIDEhUTS, yo diría que es la pasión por hacer las cosas tal y como las pensamos y sentimos. Es un placer poder formar parte del primer AloudMusicFestival.
Con Toundra, los otros cabezas de cartel del festival, también creo que ha habido buenas vibraciones tras un concierto que compartisteis en Málaga ¿no es así?
Si, estuvimos muy a gusto y la verdad gracias a ellos pudimos tocar con la sala bastante llena en Málaga. Fue un placer.
Pero aquella noche la recuerdo especialmente por el ambiente que se sentía en la sala. Se notaba que la gente estaba con ganas de concierto, de escuchar a las dos bandas.
Desgraciadamente en los últimos años cuando asistes a algunos conciertos parece que acudes a un centro comercial en el que lo único que intentan es meterte publicidad por todas las esquinas y parte del publico esta mas pendiente de anunciar mediante las redes sociales que está viendo ese concierto que de centrar la atención en la propuesta de la banda.
Junto con ellos, sois al parecer las bazas más populares de este festival. Dos grupos estatales. Creo que es algo que bandas, sellos, prensa… teníamos asumido, pero ¿parece que por fin mucha gente se va dando cuenta que tenemos cosas cerca con mucha calidad y que no todo lo de fuera tiene necesariamente que ser mejor?
Pues no sé…tal vez esta respuesta esté ligada con lo comentado en la anterior. Creo que hay un público al que no le afecta la procedencia de la banda y se interesa más en descubrir nuevas propuestas y acudir a conciertos. Y hay otro publico que se guía mas por otro tipo de prioridades…
En Euskal Herria, gracias a todo el movimiento cultural (sobre todo musical) creado entorno a los gaztetxes creo que hemos tenido el privilegio de crecer viendo del mismo modo conciertos de bandas vascas y extranjeras, y eso ayuda a la hora de no crear ese tipo de prejuicios. Pero bueno, la oportunidad de ver a bandas extranjeras normalmente es menor, y por consecuencia la expectación aumenta.
Os hemos visto en festivales dando conciertos tanto de los mejores hasta ahora (Primavera Sound) como de los más flojos (Azkena Rock). ¿Es para vosotros más complicado poneros en situación al aire libre y con luz de día, etc. que en sala o no importa?
Bueno…al final todo influye, pero sí es verdad que estamos mas acostumbrados a tocar de noche o en salas. De día tal vez resulte más difícil mantener la concentración, y más en grandes festivales donde todo parece urgente y ves como la gente pasa por delante de ti con los horarios en la mano buscando un escenario.
Aún así, en PS todos los técnicos se implicaron muchísimo, dedicándonos mas tiempo incluso del que nos pertenecía, y eso ayudó claramente a que todo saliera mejor. También el ambiente que se respiraba. En Azkena… fue todo algo… demasiado raro. Desde la casi pasividad de bastantes de los técnicos hasta problemas varios e irreversibles nada mas arrancar. Cuando esto ocurre en un festival en el que ni siquiera te dejan checkear en las condiciones previamente pactadas, el concierto se puede ir al garete, y pueden ocurrir cosas como las que ocurrieron en ARF.
Un concierto en otro festival más modesto que nos perdimos pero creemos que fue especial fue el del Lemon Day en Capellades. Ahí además coincidíais con Aina, con quienes creo que disteis vuestro primer bolo ¿no? ¿Qué nos podéis contar de esa experiencia?
El Lemon Day es una gran fiesta, una celebración en la que mogollón de gente se vuelca para poder sacarlo adelante, de forma totalmente apasionada y desinteresada. Desde el primer hasta el ultimo concierto la zona del backstage estaba vacía, todo el mundo estaba viendo los conciertos. Y eso no es habitual.
Volver a tocar con Aina fue un subidón, y compartir el día con todas las bandas, toda la gente que curra para sacar el festival adelante, Sergio Aloud etc. fue un lujo.
Maite (Mursego) ya nos aviso que ese festival era especial.
No queremos recurrir a tópicos, pero siempre se dice de vuestra música y directo que es emocional, visceral, que sale de dentro. ¿Cuando tenéis un día malo anímicamente, creéis que se nota más que para una banda de rock digamos que vaya más a piñón fijo?
Es raro que el día anímicamente malo lo tengan todos los miembros de la banda. En cualquier caso, cada cual vive un viaje durante el concierto, al igual que quien lo vive entre el publico. Dependiendo de ese estado de ánimo el viaje puede ser más o menos intenso. Sí.
El pasado año se nos fue Jason Noble (Rodan, Shipping News) y sabemos que habéis participado homenajes como el programa especial de Carne Cruda o el Kafe eta Galletak recientemente en Gernika para recaudar fondos para su familia. ¿Podéis contarnos un poco más de la repercusión de su música en Lisabö que os ha llevado a poner vuestro granito de arena en su memoria?
Aunque todo ha terminado siendo un homenaje, un recuerdo póstumo, la idea inicial no era ésta. La idea inicial era poder aportar algo de apoyo, económico y moral, en la lucha que Jason y sus allegados llevaban contra su enfermedad en los últimos años. Lo que en un principio iba a hacerse hace un par de años se fue retrasando, hasta que en agosto llegó la noticia. Aún siendo ya tarde decidimos seguir adelante, y plantearlo como una fiesta de despedida, a una persona que aportó tanto a la música, a una música que tanto nos a influido, y a una persona que tanto nos ha aportado en lo personal.
¿Cómo veis el proyecto bIDEhUTS hoy en día?. Supongo que al principio lo plantearíais como un sello pequeño, a operar en Euskal Herria y cada vez tendréis más pedidos del estado, etc. ¿Creéis que podéis seguir manteniéndolo dentro del DIY estricto? ¿Os da miedo que el éxito de Lisabö o al que parecen apuntar ahora Willis Drummond, pueda atentar contra los ideales que mueven bIDEhUTS?
Desde el primer día sentimos el proyecto como algo global, pero con los pies en el suelo y poco a poco. El espíritu autocrítico y de replanteamiento siempre está presente y eso facilita mirar hacia adelante. Y si el éxito termina con bIDEhUTS supongo que será señal de que algo hemos hecho mal y no hemos sabido adaptarnos al momento. Aún y todo creo que el supuesto «éxito» acabaría antes con los supuestos ideales de la banda, ya que la banda es la que hace la apuesta por la autoproducción, bIDEhUTS solo es el medio.
Y en cuanto al directo de Lisabö, ¿no os ha picado el gusanillo por sacar vuestra música a Europa, por ejemplo? Ahí tenemos, salvando las distancias, el caso de Berri Txarrak demostrando que la diferencia idiomática es casi más valor añadido que impedimento.
Es difícil por motivos laborales. Por ejemplo este mismo fin de semana salir a Castellón y Barcelona ya es un puzzle de días libres, vacaciones etc que afortunadamente ha encajado. Ojalá algún día se de la carambola de poder salir un par de semanas a Europa.
Desde que las facilidades de la era digital permiten acceder a más música, una excusa del fan siempre ha sido el copiar discos porque el beneficio iba a un sello y no al artista. Cuando se da la autoedición como en vuestro caso, ¿os molesta la distribución de vuestros discos u otro material (vídeos que os graben en directo, etc.)?
Prefiero que una persona que no pueda pagar por un disco se lo copie y lo escuche, a que deje de escucharlo por falta de dinero. Nuestros discos los editamos bajo una licencia Creative Commons por la que eres libre de copiar la obra siempre y cuando no hagas uso comercial de ella. Lo que realmente nos molesta es el uso que la SGAE hace de canciones no registradas bajo su licencia, recaudando fondos que luego no llegan al artista. Esperemos que cartas como la enviada por Pony Bravo a la dirección de la SGAE ayuden a aclarar y sacar a la luz todo ese timo.
En esta mayor repercusión de Lisabö que decíamos, vemos un paralelismo con una banda internacional, los Swans de 2010 a esta parte. Si bien estos son un proyecto mucho más de un individuo, se trata de propuestas en principio de difícil digestión que de repente han prendido una mecha en sectores más intelectuales o menos rockeros, con las controversias que parece crear entre parte del público (los de siempre, los nuevos, los más “punkis”, los más “gafapastas”…). ¿Cómo veis todas estas cosas, os afectan de algún modo?
Cada banda crea su camino, paso a paso. Y a veces llega el día en el que se dan una serie de coincidencias, sales en diversos medios, tocas en el festival X y de repente resulta que tu propuesta es interesante para gente que meses atrás no perdía ni un segundo en tu música. Y tras ese intervalo, habrá gente que se siga interesando en ti, y gente que se olvida.
El control que tienen hoy en día las marcas comerciales sobre la música es enorme, y desgraciadamente pienso que ese control de las empresas sobre algunas bandas y festivales acaba afectando y contaminando al público a la hora de asimilar las propuestas de las bandas.
Tal vez esté metiendo la pata, pero creo que una banda como Swans no hubiera tenido el mismo nivel de aceptación si no hubiera pasado por el PrimaveraSound y nuestro caso puede ser parecido. El cartel del Primavera suele estar plagado de propuestas arriesgadas, bandas que durante el año no llegarían a meter 200 personas en una sala pero que solo por el mero hecho de tocar en el festival parece que son exitosas.
Algo que impacta bastante de vuestros conciertos es el uso luces generalmente blancas y fijas. Resulta curioso cómo realza la crudeza de lo que pasa sobre el escenario ¿cómo llegasteis a ello?
Tener durante todo el concierto el escenario iluminado con un ambiente blanco y fijo es de la forma mas cómoda que nos encontramos en el escenario. No perdemos la visión los unos de los otros en ningún momento, cosa imprescindible en Lisabö. Por otro lado estéticamente también nos parece muy atractivo.
Otra constante suelen ser los cambios de setlist, supongo que los confeccionáis antes de cada concierto. ¿Tenéis algunas canciones “fijas” y otras van rotando o es completamente abierto en cada ocasión?
Siempre es abierto, pero dentro de las posibilidades de ensayar que tengamos durante esa semana. Es una manera de mantener la tensión y no acabar tocando como autómatas y también una forma de mantener vivas las canciones y la banda también, claro. El cambiar la lista en cada concierto te obliga a no desconectar, te motiva a probar cosas nuevas.
Entre “Ezlekuak” y “Animalia…” tuvisteis un parón considerable de hacer directos. Habéis dado un buen ciclo de conciertos presentando este último disco, ¿os habéis puesto fecha de cuándo dejar de dar conciertos esta vez o no notáis por ahora desgaste?
La gira de «Animalia Lotsatuen Putzua» terminara el 27 de abril en el Kafe Antzokia de Bilbao, fiesta a la que hemos invitado a Unicornibot. Hemos completado muchas de las cosas que queríamos hacer y algunas que ni pensábamos. Estamos muy satisfechos.
Echando la vista atrás, ¿cuáles diríais que han sido los momentos más emocionantes para Lisabö hasta ahora?
Sin duda el día que no sabíamos si pasaría la furgoneta por la puerta del parking o no. Aquello fue muy emocionante… Es broma.
Hay muchos momentos, además de que cada uno tendrá los suyos. Pero pueden ser momentos tan mundanos como pegar un trago de agua en un viaje o estar riendo con el organizador del concierto vete a saber dónde.
Eso es todo, muchísimas gracias por vuestro tiempo y mucha suerte. Mila esker!
FOTOS: 1 y 2, Galder Izaguirre | 3, Ramon M. Zabalegi