Ya están comenzando a salir las listas de algunos medios musicales (para las nuestras tienes que esperar un poquito más, lo siento) y vamos viendo qué discos son los que se mueven en los tops del año. Pero hay daños colaterales de esa moda de publicar las listas antes siquiera de que llegue diciembre. Y son claro, esos discos que llegan en los últimos meses del año y que casi nadie tiene en cuenta para sus tops. Aquí van algunos de los discos que serán injustamente olvidados en más de un top por una cuestión meramente temporal.
KIASMOS – Kiasmos
La colaboración de Ólafur Arnalds & Janus Rasmussen por fin ha dado frutos en forma de disco largo, un bonito compendio de electrónica ensoñadora con toques neoclásicos que quedará eclipsado por otros lanzamientos del género que han llegado antes.
DOPE BODY – Lifer
En cuanto a rock alternativo con garra, mucho tiene qué decir el nuevo disco de este cuarteto de noise-rock accesible. Verás a Cloud Nothings en muchas listas (vale, también son más facilones) pero en pocas a los de Baltimore.
OLD MAN GLOOM – The Ape of God
Ni el curioso marketing viral (la banda filtró a la prensa un disco falso a propósito) obrará que este ambicioso disco de la superbanda formada por miembros de bandas amigas como Isis, Converge y Cave-In figure en muchos tops. Un cóctel de salvaje ruido hardcore que va desde el sludge hasta el post-metal pasando por crust y noise.
EINSTÜRZENDE NEUBAUTEN – Lament
Su papel de clásicos underground industrial hace complicado olvidarse de ellos. No es que fueran a encabezar muchos rankings con la difícil propuesta de «Lament», un disco concebido para el directo. Pero de ahí a seguramente no ser tenidos en cuenta ni para posiciones marginales, hay un trecho.
ANDY STOTT – Faith in Strangers
Coronado como uno de los maestros del nuevo ambient, Stott va a recibir innumerables alabanzas y su largo lo merece. Pero no va a llegar a tiempo para la mayoría de las listas, ni siquiera para algunas de las especializadas en electrónica.
CULT OF YOUTH – Final Days
La banda de Brooklyn ha entregado una nueva obra en la que redunda en un neofolk y postpunk que suena cada vez más creíble e intrigante. Sin embargo eso no les va a librar de caerse de muchas listas por falta de digestión a tiempo.
Y tú, ¿qué discos crees que van a ser injustamente olvidados en esta recta final de 2014? Déjanoslos en comentarios y ya nosotros ajustamos las cuentas con Pitchfork