Afortunadamente para la escena madrileña, de un tiempo a esta parte, tenemos una serie de grupos que son capaces de hacerles un roto hasta al más pintado de nuestros visitantes foráneos. Parece que el público no es capaz de asimilar esto, se queja más de que uno de esos grupos toque a menudo en la capital, no se sabe si por iniciativa propia o por inercia, en lugar de valorar el gran momento que estamos atravesando.
Porque otra vez más, el telonero volvió a estar a la altura o por encima del grupo teóricamente estrella. Parece que Moho son capaces de desenvolverse mejor en las distancias cortas y en una sala de espacio reducido como Wurlitzer, se crecieron sobre lo ofrecido en su anterior comparecencia como teloneros de Cult of Luna. Temas como «Gargantor» o «San Mames» cobran todo su sentido cuando el sonido de los amplis te llega directamente a la cara. Posiblemente el mejor concierto que les he visto a los madrileños este año. A los que se quejaban seguramente les volvieron a dejar (otra vez) con la boca abierta. Y que sigamos pudiendo disfrutar de ellos una y otra vez. Esperemos que no llegue nunca el momento en el que tengamos que echarles de menos.
El concierto de Year of no Light es un ejemplo de como también juegan a esto las nuevas tecnologías. Un concierto que en principio, se preveía de llenazo hasta la bandera ,al final, por ejemplo, reunía a menos gente que el organizaba el que escribe el día de antes en la misma sala con Antigua&Barbuda y Challenger!. El motivo: creo yo que los rumores interneteros. Estaba claro que lo que la gente tenía ganas de ver y escuchar era a su anterior cantante – teclista y disfrutar de los temas del «Nord». Las noticias venidas desde el norte, de que ahora Year of no Light ,se habían convertido en una banda instrumental y que no tocaban ningún tema de dicho disco, sin duda, mermaron enormemente la asistencia.
Pero los que sí fuimos, nos encontramos una banda impresionante escénicamente, apabullandonos con su sonido y meciéndonos en sus nuevos temas de post-metal instrumental. Las dos baterías copaban el escenario, mientras el resto de la banda tomaba las primeras filas del público. No tuvimos «Nord» pero tuvimos una serie de temas hipnóticos, que no dejaban tiempo para el respiro. Pero en contra, la reestructuración de la banda ha hecho que el repertorio sea muy limitado, de apenas cuarenta y cinco minutos. Cuando el público pidió más, la respuesta de la banda fue simple, y es que no había más.
Pero a pesar de lo parco del repertorio y a pesar de que los Year of no Light no eran los Year of no Light que la mayoría esperábamos, muy buen concierto de los franceses. Si a eso le sumas, que una vez más, los Moho apabullaron, habrá que dar por muy bien empleados los 10 euros del concierto.
