Parece mentira pero, antes de presentar el disco en FNAC, Wilhelm & The Dancing Animals ya habían visitado dos veces (eso que sepamos) la capital bilbaina. Esto nos da una idea de lo bien que está funcionando la propuesta de los navarros y lo explosivo que ha sido su pequeño ascenso. Es cierto que ya habían empezado a dar de qué hablar con los temas de su EP, pero el caso es que con el disco en la calle, han pasado a ser una banda a tomar en serio.
Lo dicho, que si bien ese día la banda hacía simplemente una presentación en FNAC, quienes hayan podido verles en sala han tenido ocasión pero y he aquí lo importante, tal vez no hayan podido disfrutar de la banda en condiciones. A nosotros nos pasó en las fiestas demoscópicas en el Azkena, donde los grupos no nos convencieron nada. Primero Joe la Reina nos desmostraron teloneando a McEnroe que su propuesta era más interesante de lo que ese día lució y ahora, en FNAC, lo hicieron Guillermo, Helen y su banda. Sonaron bien (fuimos asistentes también de la prueba de sonido), especialmente las voces, que rozaron lo horripilante en la antes mencionada sala.
Y eso que la banda venía reestructurada, no sabemos si quedará así a largo plazo porque el experimento salió bien. Ante la ausencia de batería, Guillermo atendió a ese rol. Aunque nos advirtieron de lo improvisado del asunto, no nos engañaban. Le hemos visto tocar con Antigua & Barbuda y sabemos que va sobrado para el pop-punk-folk de su nuevo proyecto. Y siendo el compositor de la banda, seguro que demasiado no le costó hacer el reajuste, aún con la dificultad que cantar y tocar la batería a la vez supone.
Ofrecieron pues un concierto en el que no cabe sino destacar las mismas canciones que destacamos en disco. Elephants, Ten go!, Bulls Revenge… todas sonaron con esa gracia especial de combinar dulzura y melodía con toques de locura post-hardcore y todo ello de mano de una banda que parece pasárselo bastante bien. Algo sin lo cual sería difícil de transmitir esas sensaciones tan joviales de su música. Por poner una pega tal vez la propuesta por lo singular de ese poso folk chillón, pueda hacerse cuesta arriba hacia el final del recital, pero aún es pronto para decidir esto hasta ver cuales son los futuros pasos de la banda.