A veces te sorprendes con la cantidad de gente que va a un bolo, otras al revés, a pesar de calidad y aparente trascendencia del cartel, provocan que el promotor y las bandas tengan que toparse con un panorama de esos que nadie quiere tener delante. El de la noche metalera-catalana del otro día, fue un caso del segundo tipo. Las razones por las que esto no funcionara y otros del estilo si, misterio aparte.
Los primeros, Cuzo, sustituyeron a última hora a Carontte gracias a que comparten 2 de los 3 miembros con Warchetype. Probablemente, lo mejor de la noche, presentando los temas de su reciente debut con Alone Records, «Amor Y Muerte En La Tercera Fáse», y secundando las buenas críticas que cosecharon teloneando a Brant Bjork & The Bros en Barcelona.
Fueron los que mejor sonaron y los que más se gustaron encima de las tablas (sobre todo Jaume, que vive cada nota de guitarra y teclado como si fuera la última). Hay ganas de ver su pesada sicodelia-stoner ya con el disco más trillado, cosa que podrán hacer los asistentes a Primavera Sound.
Con Warchetype la cosa fue algo distinta, a pesar de contar con idéntica sección rítmica se toparon con un sonido aplastante pero algo menos nítido.
Una voz que apenas terminaba de oírse terminó por hacernos pensar que el concierto tuvo una duración demasiado extensa, con puntos demasiado monótonos. Eso sí, a ellos no los culpamos.
Como tampoco hay que culpar a Vortice de no darlo todo en escena, ya que su concierto madrileño fue un auténtico quiero y uno puedo. Sobre todo por parte de su cantante, que intentaba animar el cotarro casi constantemente, sin demasiado éxito por parte del escaso público. A pesar de eso, el hecho de que guitarra y bajo sonaran con bastante presencia, hizo el concierto mucho mas fuerte y directo que lo que tuvieron Warchetype.
En definitiva, una pena de aforo que afectó al que podría haber sido uno de los conciertos de Doom-Stoner-Postmetal del año en la capital. Una espinita que tendrán que quitarse todos.