Podría comenzar esta crónica hablando del ambiente previo a la velada, para seguir con una enumeración una a una de las canciones hablando de cual estuvo mejor o peor, y terminar con la clásica valoración general del concierto y su sonido. Podría pues, hacer una crónica al uso para que la gente supiese al leerla si el concierto de Standstill había merecido o no la pena. Sin embargo qué queréis que os diga, a estas alturas ¿alguien duda de lo que vimos el pasado Jueves en Joy Eslava?. Puede que precisamente esa falta de capacidad de sorpresa fuese a priori el principal enemigo de la noche, pero ocurrió todo lo contrario, y es que el buen hacer mostrado por todo el país en los dos años y pico que llevamos ya de gira de Adelante Bonaparte, eran el seguro de vida de que este cierre de gira en Madrid iba a ser una nueva exhibición de los catalanes.
Y es que se puede hablar de como emociona ese prefacio llamado “Todos De Pie” arrancando el show junto a otras piezas compañeras de plástico como la siempre fiable “Adelante Bonaparte (I)”, o “El resplandor”. También podemos hablar de la hegemonía emocional que muestran los temas del sublime Vivalaguerra dentro del set list del grupo, y de como esas “La Mirada De Los Mil Metros”, “1,2,3 Sol”, “La Risa Funesta”, o “¿Por Qué Me Llamas A Estas Horas?”, son los momentos de máximo auge de su cancionero, confirmando así que es su disco cumbre hasta la fecha, y seguramente uno de los ¿10?, ¿5?, ¿3?, mejores trabajos del pop-rock español en la última década. Y claro está también debería ser justo nombrar canciones como “Poema nº3”, “Cuando” o “Feliz En Tu Día”, que pese a provocar algo más de indiferencia entre el mayoritario público más reciente de la banda (es decir los que han descubierto a Standstill tras el boom de los últimos cinco años), no dejan de ser la muestra perfecta del puente estilístico que sufrió la banda entre sus discos de cariz más post hardcore, y los de rock de autor que firman últimamente. Es de elogiar que la banda cerrase con estos veteranos temas aun a sabiendas de que son las que menos mueven al público, y de igual modo se trató de un bonito homenaje a esos seguidores que los han seguido desde que Enric se desgañitaba cual Dennis Lyxzén de Refused. Aunque para homenaje el que se dieron a sí mismos tocando un tema más antiguo todavía, perteneciente a sus mentados primeros trabajos en inglés. Hablo de la bella “Let Them Burn” de su Ep The Latest Kiss, la cual con unos 10 años de vida es la mejor muestra del orgullo que siente la banda por cada paso dado a lo largo de su carrera. Desde salas mugrientas y casas okupas hasta llenar tres veces seguidas Madrid en un fin de gira, hay un camino que solo Enric y alguno más de los miembros primarios saben.
Un transitar por el underground de este país que no fue fácil en muchos momentos, pero que ahora da la merecida recompensa a este grupo único, a esta banda tan especial, a este conjunto de personas que han creído en una forma de hacer las cosas siempre lejos de los convencionalismos, y a una formación que ya está en la historia de nuestro país junto a las más grandes. Standstill hoy no tienen con quién se les pueda comparar de más allá de nuestras fronteras, y esa personalidad propia a la hora de hacer las cosas es el verdadero motivo de su grandeza. Que vayan bien los pasos adelante que ahora les toca dar, es lo único que podemos desearles… mientras esperaremos con ansia que lleguen a su destino y nos ofrezcan los nuevos aprendizajes del recorrido.