Un buen baño de multitudes se dieron Split77 en el Antzoki con el motivo de su vuelta a los escenarios y presentación de nuevo disco. La verdad que el precio (5 euros y 10 con disco) no tenía rival y no dudamos que hubiera sido imposible de realizar si no fuera por la complicidad del Kafe Antzokia, sede del sello Noizpop que edita a los bilbaínos. Pues eso, que la emblemática sala registró un lleno que pocos grupos fuera del entorno más independista panfletario consiguen y eso, obviamente contribuyó a que su concierto fuera una auténtica celebración.
Lógicamente presentaron el disco en su práctica totalidad. Entre los temas nuevos escuchamos los ecos de siempre, rock alternativo y electrónica, aires de New Order por aquí, cosas de Smashing Pumpkins por allá, guiños a los ritmos de Marilyn Manson por el otro lado. Hasta una versión sonó del «Txoria Txori» de Mikel Laboa, que pese a lo raro de escucharla con vocoder y tanto sintetizador (que recordaba al fondo de «Closer» de NIN) acabó triunfando. En general se notó que las nuevas canciones daban de nuevo un paso hacia la electrónica, como ya hicieran entre el más rockero «Antenna» y el sintético «Mentura».
Voces sintetizadas, teclados a porrillo y eso si, una sección rítmica clásica de bajo y batería ponían la base bailonga y contundente de las nuevas canciones y sobre ello, la guitarra tan distorsionada y desafiante como siempre. Hay que destacar un volumen brutal y un sonido de excepción que ayudó a que canciones que raramente han salido del entorno de Euskal Herria sonaran como hits de estadio y hasta arrojaron confeti en una ocasión.
Se notó que lo nuevo gustaba pero claro, fueron «Osaka», «Aio Speisboi» y demás clásicos de sus primeros discos. Al tocar sin teloneros tuvieron todo el protagonismo y pudieron despacharse a gusto con un amplio repaso a su aún breve repertorio. Y aplaudidas fueron por supuesto sus carismáticas versiones del «Isolation» de Joy Division y del «Espaloian» de Itoiz, referentes ambos del cruce de música de origen anglosajón con las referencias locales que manejan.
Siempre he tenido la sensación de que Split 77, pese a ser un grupo de calidad notable, no deja de ser una especie de robot que toma piezas de cuatro o cinco bandas y las traslada al euskera. Esa sensación no se desvaneció tras verles en directo -para mi era la primera vez-; sigo pensando igual sobre sus composiciones, pero su directo no dejaba fisura. Y es bueno recordar ahora que triunfan sin ir más lejos We Are Standard, que Split 77 ya llevan años en Bizkaia cruzando rock, indie y electrónica con estupendo resultado.