La segunda jornada de South Pop 2013 se saldó con un cierto incremento en la calidad de los conciertos con respecto al día anterior, gracias a alguna sorpresa inesperada y a algunos directos ciertamente envolventes. La mancha la puso, lamentablemente, la fallida actuación de uno de los grupos más esperados. Pero vayamos por partes…
ULTRAROUGE
La segunda jornada de South Pop la abrieron los malagueños Ultrarouge. Comandados por la francesa Thalia Be (ex-Addictive Larsen), ofrecieron un buen concierto sobrados de actitud con mucho de glam y de electro-rock. A pesar de que comenzaron ante muy poca gente y que quizá tuvieron el sonido demasiado alto y poco nítido, la gran presencia de su frontwoman y el arrojo del grupo en general nos hicieron disfrutar de un concierto que nos hizo movernos ya antes de las ocho de la tarde. Aunque quizá hubiéramos disfrutado aún más de haberse celebrado a una hora más avanzada de la noche.
AMATORSKI
Una tónica de South Pop 2013 es que varios de los mejores conciertos vinieron de manos de bandas virtualmente desconocidas por estos lares. Si el día anterior fue James Yuill el triunfador, el Sábado los belgas Amatorski se llevaron el gato al agua. El cuarteto tiene bastante éxito por el centro y el norte de Europa, y la verdad es que no me extraña. Interpretaron cálidas, frágiles y nostálgicas canciones que beben mucho del pop de cámara como “Never Told” o “Peaceful”, intercaladas con otras de raíz más trip-hop como “Soldier”, con una ejecución perfecta, preciosista. Tanto, que el normalmente alborotado público del festival quedó absorto y no se escuchó nada más en momentos en los que la dulce voz de la cantante era lo único que se debía oír. Precioso.
AZURE BLUE
El concierto de los suecos sólo puede calificarse de evocador. Si ya sus canciones le hablan a nuestro subconsciente sobre veranos infinitos en playas de nuestra infancia – ensoñación que parece obsesionar a muchas bandas chillwave por otra parte – las bellas proyecciones programadas para cada tema no hicieron sino que nos pareciera que estábamos en plena Costa Azul en el estío de nuestras vidas. El dúo, expandido a trío para la ocasión, parecía no perseguir otra cosa, ya que entre bellos temas como “Fingers” o “Seasons” lanzaron incluso samplers de gaviotas. Y es que Tobias Isaksson parece tener muy claro lo que quiere contar en sus canciones y en directo, y quizá por ello quedó algo encorsetado a su discurso: las programaciones y los vídeos no permitían mucha florituras ni virtuosismo y las canciones sonaron casi idénticas al disco. Aún así, por las emoción que destilan y temazos como “The Catcher in the Rye” les perdonamos.
THE PRIMITIVES
Una pena que un concierto tan a priori esperado por muchos finalmente fuese el peor del festival con diferencia. The Primitives no tienen la pátina de leyenda de otras bandas inglesas de finales de los ochenta, pero es indudable que poseen muchos temas de calidad más allá de la inevitable “Crash”. Es por eso que su regreso significaba para muchos la oportunidad de disfrutar de un buen concierto de power-pop acelerado, cosa que finalmente quedó a medias. Así, aunque la cosa comenzó bien con la distorsión e intensidad deseadas y una Tracy Tracy a sus anchas, antes de encarar el segundo tema un problema con la batería paró el directo durante varios minutos. Y la mala suerte continuó luego, con problemas de sonido que el guitarrista Paul Court acogió con visible enfado y que les obligaron a comenzar varias canciones de nuevo. Aunque temas como “Sick of It” o “Spacehead” nos pusieron una sonrisa durante unos minutos, la derrota se impuso finalmente sobre la banda y abandonaron bastante antes de la hora de concierto.
EXSONVALDES
Los franceses son ya todo un grupo fetiche del festival, tanto en edición sevillana como onubense. Aupados hasta una buena altura por la fama de sus directos, acudían a su nueva cita como toda una sensación para presentar su nuevo disco, “Lights”. No fallaron a sus incondicionales, ofreciendo una buena hora y veinte de concierto, incluídos bises, en la que desgranaron temas de todas sus épocas con su particular mezcla de recogimiento folk con momentos de actitud totalmente para las masas. Cada vez se ven más seguros sobre el escenario, y como ejemplo destacar el momento en que su líder se apartó del micro para tocar él solo a la acústica con sus compañeros haciendo coros detrás. Buen cierre para el festival, en definitiva. Nos vemos en 2015.