/Crónicas///

Sonisphere – Getafe (Madrid) (25/05/2012)

6.7
Auditorio John Lennon,
Precio: Abono 68/89 + gastos

SETLIST SOUNDGARDEN

Searching With My Good Eye Closed
Spoonman
Jesus Christ Pose
Gun
Blow Up the Outside World
Fell on Black Days
Ugly Truth
Hunted Down
The Day I Tried to Live
My Wave
Outshined
Rusty Cage
Black Hole Sun
Live to Rise
Slaves & Bulldozers

Comenzaba el Sonisphere 2012. Si la marca ya venía este año perjudicada porque el decano británico fuera cancelado, la crisis había obligado a cambiar de recinto, algo de lo que, visto el calor que nos tocó aún en mayo, nos alegramos. La crisis y los recortes se notaron no obstante y la organización tuvo muchas carencias que queremos pensar se deben a escasez repentina de recursos, ya que la organización cuenta con sobrada experiencia en festivales. Lo peor de todo sin duda, un sonido regular de media y con algunos conciertos en los que sólo podemos calificarlo de muy deficiente, por mal mezclado o directamente, por falto de potencia.

Otro punto negro que podemos señalar es el Black Circle, zona reservada para el club de fans de Metallica que se ha ganado los odios del asistente medio al festival, antes, durante y después de este. No es de recibo ni lógica que Metallica hagan festivales cuando tienen una base de fans tan grande que quiere verles únicamente a ellos y tampoco lo es que sus preferencias mediaticen todo un festival, al resto de grupos y al público que no va exclusivamente a verles a ellos. Si a esto sumamos que la cobertura de móvil en el recinto fue un auténtico caos, nos parece difícil que esta edición figure en ningún manual sobre cómo montar un buen festival.

CORROSION OF CONFORMITY
El festival lo comenzarían Six Hours Sundown y Rise To Remain, las bandas de la hija del bajista y el cantante de Iron Maiden respectivamente. Pero nosotros llegaríamos justo para ver a Corrosion of Conformity en formato trío. En ese momento apreciamos como era verdad que el recinto había ganado en espacio y pudimos ver ya a unas cuantas hordas metaleras disfrutando de esa fusión de hardcore y metal de estos pioneros del crossover. Muchos lamentaban la ausencia de Pepper Keenan y de ese toque más sureño o stoner. Entre ellos nos encontrábamos pero eso no impidió que hubiera gente ya muy animada a temprana hora y con un sol de justicia ante la banda defendiendo canciones viejas de thrash y hardcore junto a nuevas de su último disco, y algún clásico como “Deliverance”.

LIMP BIZKIT
Tras el éxito de público y entrega que horas antes habían conseguido Skindred en el Escenario 2 era esperable que el público variado de esta primera jornada de Sonisphere le iba a poner las cosas muy pero que muy fáciles a Limp Bizkit. Y en cierto modo fueron complacientes permaneciendo con los de Florida, ya que el concierto fue una constante pérdida de ritmo con una escasez de ganas patente en el ahora cuarteto (aunque contaron con un pseudo dj a la sombra, ya que no esta Dj Lethal), sobre todo con un Fred Durst más preocupado de charlotear y de pasear su extravagante chandal de una pieza que de verdaderamente hacer vibrar con un repertorio que queramos o no es ya parte importante del metal contemporáneo. Si no los hubiera visto en la gira del reunión de hace tres años, donde verdaderamente arrasaron con actitud, fuerza y ganas, vendría aquí a decir que su actuación fue el mejor ejemplo de géneros venideros que se quedan en nada. El repertorio aun así contentó a los fieles cuando se trataba de clásicos tan redondos como «Take a Look Around» o «My Generation», pero entre subir a un espontáneo a destrozar una ya de por si poco brillante «Eat You Alive», hablar durante mas de diez minutos entre canciones y el gesto de chulería del que sólo libraba Wes, la cosa quedaba mucho más cerca de una broma de chavales que de una gente ya con canas. Al final en «Faith» subieron a unas cuantas chicas y una de ellas hasta dio el espectáculo sin camiseta, pero ya era demasiado tarde.

KYUSS LIVES!
Tras comprobar como lo de Limp Bizkit se había estancado con el ego de Fred, apostamos seguro por esos Kyuss Lives! que somos los primeros en decir que no son “the real thing”, pero bien que cumplen en directo. No tan buenos por entorno como en el Azkena, pero ellos igualmente entregados e incluso más si contamos con el sustituto de Nick Oliveri que parece una buena incorporación. El combo García/Bjork volvió a plasmar su gran mezcla de voz/groove desérticos con un Bruno a la guitarra exento de carisma, pero al que ya nos hemos acostumbrado. En cualquier caso, vibrar al ritmo de “One Inch Man”, “Gardenia”, “Supa Scoopa” o esa imparable sucesión de “El Rodeo” (aunque sonó un tanto rara sólo a una guitarra) con “100º” es una experiencia de lo más gratificante. Está muy bien lo de pioneros del stoner, pero a cada concierto que nos dan tantos años después no podemos ratificar en sus poderosas canciones que lo que Kyuss fueron es sencillamente una de las mejores bandas de hard-rock de su época.

THE OFFSPRING
Con los californianos encuadrados en un cartel eminentemente repleto de nombres metálicos o muy rockeros no habría que tener ya demasiadas expectativas de concierto como para rememorar, pero recordando lo divertido y bien traído de su set en idéntico recinto (Electric Weekend) hace ya cuatro años nos dio por imaginarnos un concierto que se acercaría a sus temas mas cañeros y menos mainstream. Nada más lejos de la realidad, a pesar de los incontestables arrebatos de canciones con mayúsculas de temas del «Smash» como «Self Steem» o «Bad Habit», la mayor parte fue una sonrojante sucesión de algunos de esos temas que les ha ido dando por hacer. Y bueno, todo lo que sea recordar el «Americana» (incluso «Pretty Fly (for a White Guy)» y «The Kids Aren’t Alright» merecen la pena) o «Conspiracy of One» (muy bien «I Want You Bad») nos vale de sobra para pasar un buen rato, pero entre «Original Prankster», canciones acústicas de nuevo cuño y ese intento de Foo Fighters de su nuevo single bostezamos mas que cantamos.

SOUNDGARDEN
Regresaban Soundgarden por fin y aunque no era en un Azkena Rock que, puestos a festivales pintaba como la mejor opción, no era cuestión de quejarse de poder tener en Madrid la primera fecha europea de su reunión, 15 años después. Ironías de la vida, si en su última gira sus conciertos estuvieron mediatizados por los todopoderosos Metallica, la historia se volvía a repetir y su concierto sufría de un black circle para vips del club de fans de los angelinos, que a los de Seattle ni les iba ni les venía. Y viceversa. Con este escollo y el de algunos problemas de sonido, especialmente en la inicial “Searching With My Good Eye Closed” daba comienzo el concierto. Se ve que el primer tema fue usado para ir ajustando, sobre todo el reverb de la voz de Cornell, que si bien fue casi constante para ayudar al cantante a emular tesituras del pasado, se fue de madre con unos ecos increíbles en este primer tema.

La cosa calentó pronto merced a hits como “Spoonman” o “Jesus Christ Pose”, que atestiguaron que no estábamos en 1992, pero el mayor miedo, la garganta de Cornell, cumplía tan bien como en los últimos tiempos de la banda y encima sin grandes ademanes de esfuerzo por parte del vocalista. Así el cuarteto creó un clima frío, crudo y directo muy alejado del concierto medio de un festival así. La escasa comunicación, aunque Cornell puso su granito de arena, la parquedad de movimientos de la banda, con un Kim Thayil impasible y un Ben Sepherd desafiante ratificaron que Soundgarden no son banda de circos. Siempre fueron otra cosa, lo suyo no es ninguna fiesta y a buen seguro que se les atragantaron a más de un profano.

Más aún cuando la emprendían con temas como “Gun”, “Ugly Truth” o “Hunted Down” de la era pre-Badmotorfinger. Aún con todo en este y “Superunknown” basaron un concierto cuyas canciones más recientes fueron una muy mejorada en directo “Blow Up The Outside World” y la insípida banda sonora de los Vengadores, “Live to Rise” que, si bien no fue tan horrible en directo, suena a broma dentro de semejante repertorio. A destacar la tremenda labor de un Matt Cameron que sin duda se ve mucho más natural dentro de los intrincados ritmos de Soundgarden que encorsetado a los compases de Pearl Jam. Respecto a la voz de Cornell pues lo dicho, que recurran a canciones viejas cuando las nuevas son más conocidas por la mayoría del público y más fáciles de cantar nos da una idea de que muy falto de voz no va, otra cosa es que quiera dosificarse en el primer concierto de gira, que queda mucho por delante.

Nos quedamos con lo que podría haber sido un gran concierto de haber tocado un poco más, pero poco fan puede sentirse decepcionado ante interpretaciones de “Fell On Black Days”, “The Day I Tried To Live”, “Outshined” o “Rusty Cage”, que lucieron más auténticas que una inevitable “Black Hole Sun”. Y como no venían a poner las cosas fáciles, se despidieron con una arrolladora “Slaves & Bulldozers” y sin bises que valgan, sólo ruido final y el bajo de Sepherd arrojado al foso. La intención que mostró Cornell por regresar esperamos que no quede en agua de borrajas y pueda vérseles en entornos más dignos acorde a lo que hacen.

ORANGE GOBLIN
El concierto de Orange Goblin venía claramente marcado por un horario excesivamente tardío para el aluvión de decibelios que habíamos soportado. Al menos esto pensaron muchos de los que abandonaron el recinto del festival en plena descarga de densidad guitarrera que, al mismo tiempo, tampoco desearon pasar por la dura ruidera de Machine Head en la explanada grande. En el Escenario 2 la banda inglesa, no consiguió auparse como triunfadores absolutos por quizás contar con ingredientes algo mas rudos a la hora de conectar con un publico que quizás necesitaba ese componente lúdico y menos pesado, cosa que si tuvieron Clutch al día siguiente. Fueron una de las bandas que mejor sonaron y su cantante se entrego en cada minuto de concierto, pero les termino de faltar algo que si tuvieron en el Azkena de hace unos años.

MACHINE HEAD
Y para cerrar el escenario principal en la noche del viernes, nada más y nada menos que Machine Head. La banda de Robb Flynn que ya arrasó en el mismo Recinto John Lennon cuando allí se celebró el Electric Weekend, tenía la oportunidad de refrendar su hegemonía como una de las grandes del metal actual sólo por detrás de los grandes clásicos. Sin embargo fue escuchar los primeros acordes de «I Am Hell (Sonata in C#)», y los que allí esperábamos ansiosos un terremoto nos dimos cuenta que la tónica de mal sonido de este primer día de festival, iba a continuar. Esto unido a un repertorio basado casi íntegramente en su disco nuevo, en vez de alternar con el fabuloso «The Blackening» (solo escuchamos «Halo» de este), o con clásicos noventeros (ninguna pieza de esta época) terminaron por cerrar un concierto flojo en todos los sentidos que emborrona el gran momento que están pasando los de Oakland.

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25 de mayo de 2012