El Viernes 9 de Julio daba el pistoletazo de salida la segunda edición del festival Sonisphere en España en la localidad madrileña de Getafe, este año el cartel era mucho mas ecléctico, ya que podíamos encontrar a bandas progresivas, de metal extremo, alternativo o mas clásico. Esto para algunos podía ser un problema pero para mi no fue así, ya que lo hacia mas interesante.
Antes de comenzar con el apartado meramente musical, dar un aprobado a la organización, fallos, las nubes de polvo (la gente el segundo día iba con mascarillas), la falta de sombra para las fechas y latitudes en la que nos encontramos y lo sucio del sonido en los primeros grupos, en el Electric que también organizo LTI sonó todo casi perfecto. El resto de aspectos tamaño del recinto, barras, servicios, puntualidad estuvo bien, precios no muy elevados y se agradeció que el escenario chico no estuviese bajo carpa, pudiéndose ver y oír desde la distancia.
El día comenzó pronto, llegamos al recinto a las 16.30 perdiéndonos los dos primeros conciertos ya que no podía llegar por temas de agenda, pero dirigiéndonos de cabeza al escenario principal donde tocaban para mi uno de los grandes a pesar de su altura en el cartel, Anathema, y ellos solos lo demostraron, iniciando el concierto con «Kashmir» de Led Zeppelín un acierto por su parte pues de esta forma atraes la atención del publico que a esas horas y con el sol pegándonos en toda la coronilla no era mucho. Fueron todo entrega, profesionalidad y demostración de que disfrutan con lo que hacen, a pesar de tener el sol de cara. Toda una pena lo que han tenido que pasar, una injusticia mas del mundo musical. Tuvieron un problema técnico con «Closer» teniendo que cortarla y finalmente no interpretándola, fue su único pero, unido algún que otro problema con el sonido de los micros, todo el set-list fueron clásicos, a excepción de un solo tema de su ultimo gran disco, en el que les acompaño la maravillosa voz de Lee Douglas al igual que en «A Natural Disaster». Uno de los mejores conciertos del festival. También mencionar la alusión a la selección de fútbol por parte de casi todos los grupos del festival (gran excepción la de los alemanes Rammstein), Vincent dijo algo como, la selección en la final, acompañado de un “jodeeerrrr!!!”.
Del progresivo nos pasamos a unos cañeros Bullet for my Valentine, los galeses tocaron bien y con energía, pero yo solo disfrute con algún tema de su primer disco que es el que me gusto, tampoco me gusto como sonaron, ni las voces, a mitad nos fuimos a la caza de una sombra pues el sol no dejaba de castigar.
Los españoles Sôber fueron los siguiente, yo les hubiese cambiado la posición con Anathema, era el primer concierto que veía tras su regreso, la sensación no fue muy buena, ya que aunque sonaron contundentes y muy bien la selección de temas no fue nada buena para mi gusto, y vi a un Carlos Escobedo en el papel de estrellita con bajo de brillantina y mucho postureo, percibí falta de feeling de este con el resto del grupo, así que tocaron cumplieron y se fueron. Solo comentar el triste dúo de batería de Carlos con el nuevo batería, no se si a modo de homenaje a Alberto Madrid o por la moda de batucadas en los conciertos, un poco ridículo ya que C. Escobedo se le escapaban las baquetas.
Saxon era el grupo que quizás menos me llamase la atención del día, así que como el sol seguía martilleando nuestra cabeza, nos colocamos bajo la sombra con una buena cerveza para darnos un respiro, y disfrutamos del concierto desde la lejanía, donde pudimos comprobar las dotes del vocalista a pesar de su larga edad, y oír un concierto de grandes clásicos.
Pero esto no paraba y enseguida llego el turno de Porcupine Tree, otro aliciente del día para mi, aunque para algunos un grupo que no pegaba, pero que como a mi me gustan, siempre es un placer verlos. Recordaron a Dio ya que, “el tenia que estar aquí y no nosotros”, el concierto me gusto fue contundente y potente (adjetivos quizás no muy relacionados con la banda) con un set-list duro y directo, algo que comento y confirmo el propio Steve Wilson casi a modo de disculpa, diciendo que aunque ellos no son una banda metalera, intentarían tocar lo más “heavy” que tienen, no toco ni el teclado que le colocaron a su derecha y que siempre toca en algunos temas, sonaron bien, y fueron fríos como siempre, algunos de los presentes no salieron muy contentos, pero fue otro gran concierto del día cuyos 55 minutos me pasaron volados.
Se acercaba el tramo final del día el sol empezaba a caer y respetarnos un poco, llega el turno de los clásicos W.A.S.P., un grupo que por su antigüedad a penas he escuchado, vi los inicios desde lejos, salieron con ganas a dar su repertorio ochenteno y cargado de clásicos, antes de acabar nos trasladamos al escenario principal para ir cogiendo sitio y donde disfrutaríamos de los cabezas de cartel del día.
Primero fueron los incombustibles Slayer, salieron y comenzaron a tocar, al instante ya se habían formado los pogos que no pararon hasta el final, es una banda que venia con dudas por cancelaciones previas por problemas de voz y Tom estuvo a la altura aunque no llego a todas las notas. Es una banda cañera, fuerte y contundente que te golpea tema tras tema, lanzándote descarga que te impiden quedarte quieto a pesar del poco movimiento de los miembros del grupo. Tocaron principalmente clásicos para la alegría y disfrute de los presentes, aunque algún tema nuevo se coló. Para mi es la tercera vez que veo a la banda y su directo ya va perdiendo interés pues se hace monótono, el sonido no fue bueno, algo sucio.
Y llego el plato fuerte del día Faith No More, con un Patton que nos dio un susto inicial al parecer en el escenario con una muleta, pero que rápido soltó para descargar toda su energía en el escenario y meternos a todos en el bolsillo. Era el primer concierto de la banda al que asistía en mi vida y los comentarios que la precedían no tenían nada de falsos. Fue vibrante enérgico, solo cortado por alguna lenta, pero esa es la capacidad de este grupo pasar de lo mas elegante y sofisticado a un tema potente y psicótico. Patton esta completamente loco, hubiera sido un buen compañero de aventuras del mismísimo Jocker y la capacidad vocal y de registros que tiene es brutal, capaz de seguir interpretando un tema, tras lanzársela publico y llevándolo por los aires desde la mesa de sonido hasta el escenario. Patton es todo un show-man que domina y controla el espectáculo a la perfección, no para en el escenario canta de pie, de rodillas, en cuclillas, tumbado, con micro, con megáfono, hace lo que quiere y encima bien. Pero con todo estos sus compañeros de escenario no se quedan atrás, Roddy Bottum es todo un segundo frontman, y que decir del pedazo batería, toda una maquina, con su características rastas ya tintadas de un color grisáceo. Gran set-list con algún parón y alguna sorpresa como «Carros de Fuego». Se dirigieron al publico en castellano casi todo el concierto, pero con acento y toques chicanos, y proclamaron a Carlos Puyol nuevo rey de España. Un concierto más que notable y divertido.
Cerraron el día Suicidal Tendencies cuando lo podrían haber hecho mejor Porcupine Tree, con un estilo más apropiado para terminar un día tan intenso. El concierto no lo vimos entero, ya que el cansancio había hecho mella y había que recorrer algunos kilómetros hasta llegar a casa. Pero lo que vimos fue unos californianos entregados y muy activos, con un Mike Muir eléctrico sin parar de un lado a otro del escenario. A los pocos minutos nos retiramos finalizando nuestro primer día de festival.