El segundo día de Sif Fest 2012 reunió a un mayor número de público, sobre todo hacia el final de jornada, y no registró ningún imprevisto como el acaecido con los surtidores que nos dejó un rato sin cerveza el día anterior. Pero a pesar de que la cosa fue más fluida, el nivel medio de directos, por otra parte, quizá fue algo más irregular…
Comenzaron puntualmente a las nueve los divertidos Los Quiero, nueva agrupación que contempla a varios de los habituales de la escena sevillana, y volvió a repetirse la misma estampa que el Viernes: técnicos, otros músicos y gente de prensa y organización conformaban en su mayoría el escaso puñado de público a esa hora temprana. Mejoró algo, pero no mucho, con la primera actuación en el Principal de la tarde-noche, la de los Pantones. El concierto del joven trío madrileño, que venía presentando su debut “Ruido rosa”, supuso una pequeña sorpresa con su mezcla de punk y aquello que se denominó ‘tontipop’ a principios de siglo. Propuesta harto vista a estas alturas, pero no por ello menos fresca y descarada.
El tono cambió totalmente en la actuación de Juano, líder de All la Glory, en el Showcase. El artista, acompañado sólo de guitarra, banjo y coros, desnudó su música hasta la esencia y nos mostró sus claras influencias, con versiones de Big Star y Neil Young incluidas, un rato antes de salir con banda completa. Por otra parte, el pop preciosista de La Catedral Sumergida no nos dijo mucho desde el escenario grande. Habrá que darles otra oportunidad fuera de festivales.
Sin tiempo para poder darnos un respiro entre tanta música, Evil Evans comenzaron inmediatamente en el escenario pequeño. Durante unos veinticinco minutos escuchamos las joyitas pop-rock de estos otros habituales de la ciudad, justo antes de encarar el mejor concierto del día y uno de los mejores de todo el festival. Y es que canciones como “Devil’s on the Telephone” o “Runaway Gold” bien podrían encajar en el repertorio de bandas asentadas de power-pop americano. All la Glory ofrecieron un concierto intenso, emocionante, que clama que pasen ya a patearse todo el país de gira.
Y ya en la recta final del evento, vimos poco del rock sureño de Credit Crunch mientras descansábamos algo, pero sí estuvimos presentes durante gran parte de la actuación de Stanley Brinks junto a su nueva aliada, Freschard. Como fin de fiesta y cabezas de cartel, la verdad es que su folk delicado nos pareció al principio un pequeño bajón en cuanto a ritmo, aunque tras sentarnos y prestar atención pudimos atender como se debía a las sutileza de su sus melodías. Para finalizar, estuvimos bailando un rato con las canciones de DJ Go-Cloud, que pasaron de las décadas de los cincuenta y sesenta a una revisión del indie patrio para deleite de los más fiesteros.
Y nada más. Bueno sí, si hacemos caso a lo que encabeza el perfil oficial de Twitter, ya podemos decir: ¡hasta 2013!
