Llamar regreso a esta gira que nos han preparado Sexy Sadie no se si tiene mucho sentido, sobre todo porque lo de dejar la banda nunca se ha llegado a producir. Es cierto que cada uno ha ido por su lado durante los últimos años, pero también es cierto que a la menor excusa se juntaron bien para repasar el «It’s Beautiful It’s Love» o bien para tocar en su Mallorca natal.
Al ver la noticia de estas fechas de regreso en pleno 2011 uno se podría poner a pensar en que iban a aprovechar algunas ofertas de retorno por el dinero aunque tuviera que poner su reputado directo a un lugar alejado de la excelencia que dice su historial. Cuando salíamos por la gran puerta de la sala Caracol en la segunda noche de sold-out en Madrid nos dabamos cuenta de todo lo contrario.
Vale que con un repertorio plagado de sus mejores temas es fácil (faltaron los temas de su primera época por respeto a aquella formación, sobre todo con una notable ausencia de «In The Water») y vale que tenían a la sala entregada. Pero aún así desplegaron un derroche de ganas y de fuerza que me resulta difícil sacar comparación con un panorama indie-pop actual que cada vez cae más en la repetición. Veía a Jaime retorcerse en su micrófono, ya fuera tirando de guitarras ruidosas como en «Nonsense« o en la cara sosegada del grupo para la preciosa versión de «My Bike», y no hacía más de pensar en cómo el pop independiente nacional no tiene esa fuerza, teniendo a Triángulo de Amor Bizarro y compañía ruidosa aparte. En cualquiera de sus dos facetas demostraron unas ganas que tiraban para atrás a su público, aunque a algunas de esas estrellas de rock propias que el mundillo indie ha creado todavía más.
Rajadas aparte, sensacional sonido en una de las mejores salas de Madrid y sensacional ejecución y rodaje de temas que uno pensaba iba a presenciar en formato «oxidado«. Preciosas siguen siendo «Scratch in my Skin«, «Stay Behind Me» o «Charlie Jones», así como más aguerridas que nunca otras como «I Won’t Heart You».
Antes de todo esto The Bright habían jugado una dura papeleta ya que estaban ahí porque eran de Subterfuge como Sexy Sadie, pero pintaban poco conceptualmente. Su suerte de folk-pop de raíz acústica y preciosista nos gustó, y aunque no encajaban tan bien como hicieron la primera noche Maryland, terminaron consiguiendo bastante atención de la gente. Bastante merecida, por otro lado.
Sexy Sadie conseguía hace unos cuantos años ser unos artistas cercanos y honestos con la gente, con un buen rollo que se notaba desde esa última fila de verdaderos devotos del grupo. Ahora con Internet y en plena Era de la Comunicación se lo ponen a tiro para volver tan populares como lo fueron y con menos esfuerzo, aunque sea a golpe de directos así de geniales. Esperemos que los festivales los devuelva dónde merecen y así de paso que nos traigan nuevo material.