Podríamos estar horas discutiendo cual de los tres conciertos que han dado Secret Chiefs 3 en Madrid ha sido el que mas nos ha gustado a cada uno: el factor imponente de la primera, el repertorio repleto de clásicos de su cancionero de la segunda o una arriesgada tercera visita presentando disco en una sala con mayúsculas como Caracol.
Antes de entrar a comentar lo que ocurrió en esa ultima visita, auspiciada entre otros por esta misma web, hablaremos de los colegas franceses que se trajeron consigo. Fat32 dijeron desde el principio que querían tocar en el suelo de la sala y no en el imponente escenario de Caracol. Dicho y hecho, el dúo consiguió que los que se arremolinaran alrededor suyo lo pasaran muy bien, mientras que los que no veían nada desde la parte trasera de la alargada sala Caracol se limitarán a esperar a que las repetitivas canciones a base de teclado y batería terminasen con su set. Como un servidor estaba delante disfrutó mucho de los franceses, sobre todo gracias a su divertido teclista que bromeó al respecto de casi todo lo que le rodeaba. Habrá que verlos en un bolo sólo, ganas de volver tenían…
En seguida aparecieron encima del escenario los de Trey Spruance, esta vez con una formación donde solo permanecía de sus anteriores visitas a la capital Timb Harris al violín, trompeta y guitarra. El resto de la banda destacó por donde venían (otro Estradasphere a los teclados y todo un Toby Driver de Kayo Dot al bajo) exceptuando a la menuda y aniñada bateria April, que sorprendió con una técnica endiablada. Quizás esta ultima marcó como suenan las canciones en esta nueva versión de Secret Chiefs 3, ya que no estamos ante la sobrenatural pegada de Ches Smith pero si ante unos registros árabes (tablas sobre todo) que hizo del concierto algo muy especial y novedoso. La otra buena nueva es que por fin pudimos ver a Trey contento disfrutando cada nota encima del escenario, saltando y viviendo su saz y su guitarra. Ya solo por eso mereció la pena esta tercera visita.
El repertorio quizás fue lo que mas costó de todo el concierto, porque no podemos olvidarnos que estábamos ante presentaciones de nuevos temas con muchos giros a clásicos como la inicial «Medieval», la apropiación de «Personnae: Halloween», una levemente relentizada «Exodus», una soberbia versión de «The 4» y una «Vajra» todavía más árabe de lo normal. Los temas nuevos sonaron muy oscuros, algunos provistos de unos ritmos mucho más acelerados y de un manto ruidoso al más puro estilo de sus inicios, cosa que creo que serán buenas noticias ante un grupo que no están siendo todo lo brillantes en disco últimamente.
En cualquier caso, un gustazo ver como el talento intachable de Trey Spruance ha cuajado en una ciudad como Madrid, con unas tres primeras filas verdaderamente absortas y entregadas al genio de Eureka. Volverán pronto, seguro. Y espero que lo sigan haciendo así de bien siempre.