Prodigioso concierto una vez más de Alan Sparhawk en España, y ya ni sabemos el número de ocasiones en las que este portento musical nos ha asombrado con su directo, pero la última fue con Low en Joy Eslava. Steve Garrington como inseparable escudero de Alan y un Eric Pollard que se ha desprendido de su hercúlea melena no fueron menos. Y ellos ajenos a todos nos recibían como uno más entre el público de la sala, firmando autógrafos sorprendidos mientras los teloneros tocaban.
Y eso que hay algo místico y verdaderamente críptico en la manera que toca el susodicho Alan: en lo bien que lo hace, en cómo vive cada guitarrazo y en como suda cada nota. Uno de esos artistas con talento desbordante, pero con una presencia escénica totalmente magnética. Con Low esos pasajes ambientales lo llevan a una dimensión distinta, pero es muy difícil que haciendo puro rock como hace en Retribution Gospel Choir alcanzar dicha mística.
Aunque en esta ocasión el concierto del trío trajo jugosas novedades que terminaron resultando en un directo mucho más desbordante y variado. La ampliación de miras en su cancionero hizo que el concierto no cayese en esos momentos planos que podrían hacernos temer tras unos dos primeros discos muy similares entre si, pero el reciente “3” es un soplo de aire fresco perfecto para el directo. De hecho, es dónde la cosa adquiere sentido, porque los veinte minutos de catarsis hipnótica de guitarras de “Can’t Walk Out” y los otros veinte mágicos minutos al final de concierto con “Seven” fue quizás motivo suficiente para volver a quitarnos el sombrero.
En estos tiempos de internet es fácil caer en la equivocación de ver que repertorio está tocando la banda, en el caso que nos ocupa parecía que los Retribution Gospel Choir de 2013 dejaban mucho de lado su segundo disco (“2”), pero en Madrid afortunadamente la cosa no fue así. Entrelazadas casi entre si sonaron rugosas versiones de lo mejor de dicho disco (sólo con la baja notable de “White Wolf”): “Workin’ Hard”, “Hide it Away”, “Poor Man’s Daughter” y hasta una versión extendida e improvisada de “’68 Comeback”. De su debut sonó también lo más granado, con especial mención a una impecable “Breaker” y el cierre algo cortante de “Take Your Time”. Curiosamente ese experimento pop en forma de EP que es “The Revolution” no tuvo cabida, algo que podría haber terminado de dar otro color al concierto, aunque las canciones son claramente inferiores a cualquiera de las anteriormente citadas.
Entre tanto elogio al trío no podemos añadir más que esperamos la visita siguiente de Alan pronto, porque magnetismo así no se ve muy a menudo, y que la labor de telonero de Montefuji pasó algo desapercibida pero resultó. Parece que tienen las influencias y lo que quieren hacer bien claro en la cabeza, como la propia camiseta del “Harvest” de Neil Young que llevaba uno de la banda demostraba, pero aún no han conseguido plasmarlo del todo. Las guitarras funcionaron bien pero a las melodías les queda terminar de impactar del todo, pero hay que reconocer que hay muy buenos mimbres.