Hay conciertos que no necesitan ni calidad en su sonido para agradar a su público. Otros hasta ni siquiera tienen que tirar de lo más granado de su repertorio, en el caso que nos ocupa nutrido de algunas de las mejores perlas power-pop de la historia de la música. Así son los McDonald, imprescindibles hasta cuando no quieren serlo.
Tras el fiasco de su última actuación en Madrid dentro del festival Primavera Club la ciudad de Madrid debía una bien gorda a Redd Kross. Y al revés, sucedía igual, como demuestra el hecho de que los días previos al concierto se pudo ver por el centro de la ciudad a sus miembros. Hay algo especial ya entre la banda y su promotora. Entre la banda y su público local. Entre la banda y toda la cultura que nos rodea. Por lo que sea, cada vez se nota más que es un amor recíproco que ya sobrepasa cualquier excitación de una gira de reunión a tiempo.
Así que con mucho calor fueron recibidos en el escenario de la sala El Sol, con la que abrían una gira extensa por el país, con fecha de cierre de nuevo en la misma sala la semana siguiente. No sé si el hecho de tener dos fechas en la misma ciudad motivase algo la selección en el setlist, pero quizás la escasa visita al cancionero de “Third Eye” puede venir por un repertorio variado entre ambas. Ese no fue el único pero que podríamos poner a un evento sensacional, porque el habitualmente interesante sonido de la sala El Sol no funcionó nada bien, sobre todo con el micrófono de Jeff. La voz del mayor de los dos hermanos quedó emborronada entre el amasijo de guitarras, algo que también sucedió un poco con la pegada de Roy a las baquetas, sonando algo nublada.
Todo esto que comento podría sonar a concierto tirando a malo, pero cuando tienes delante el carisma de los dos melenudos hermanos y un puñado de canciones tan redondas, es muy difícil fallar. Como decía hubo poco repaso a “Third Eye”, con un leve recuerdo a una celebrada “Annie’s Gone” y un amago de “Bubblegum Factory” en los bises pero, ¿Qué más da cuando haces un repaso tan bueno a casi toda tu discografía? Y lo pregunto por pasar a poner ejemplos como para convencer a un muerto: el mejor repaso posible a “Show World” con “Pretty Please Me”, “Mess Around” y “Follow the Leader”; el tridente letal de “Phasesifter” de la mano de “Jimmy’s Fantasy”, “Lady In The Front Row” y una “Crazy World” que funcionó bien de cierre de set; un leve recuerdo a “Neurotica” con “Frosted Flake”; otra buena selección de su “Teen Babes from Monsanto” protagonizado sobre todo por las versiones de “Blow You A Kiss In The Wind” y “Deuce“ con ”Linda Blair” como colofón. Hasta podemos decir que la selección de su reciente “Researching the Blues” fue acertada, aunque puede que para algún sector del público más casual le chirriasen alguna de las piezas de punk adolescente que decidieron sacar del baúl: “Cover Band”, “I Hate My School” dedicada al hijo de Steve, “Annette’s Got the Hits”…
Hablando un poco de cómo fue la labor de cada uno, parece que con el reemplazo de Robert Hecker han ganado en músculo de manera muy clara, aunque eso signifique cierta pérdida de regustillo puramente pop. Los golpes de batería sonaron algo nublados, pero siempre certeros y acordes al sensacional trabajo a las cuatro cuerdas de Steve McDonald. No nos podemos cansar de verle en todas sus facetas, desde la de OFF! hasta la que tuvo formando parte de la banda de Sparks. Su hermano mayor Jeff a estas alturas ni nos sorprende ni queremos que así sea, esos movimientos tan amanerados como puramente rockeros no pasarán de moda, aunque hay que reconocer que esta vez sí vimos en su rostro que los años no pasan en balde.
Antes de ellos abrieron los locales Layabouts centrándo su actuación en unas ganas abrumadoras que se conviertieron en litros de sudor. Por mucho énfasis que le pusieran andaban algo fuera de juego teloneando la elegancia melódica de Redd Kross, sobretodo con canciones que a pesar de pulular entre un estilo interesante terminan no llegando al mejor puerto posible. Muchas veces no por correr mucho se llega más lejos.