Nueva y siempre imperdible ocasión de ver a Redd Kross en directo, una de esas bandas de rock de las que hacen historia a golpe de hit, a fuerza de melodías que permanecen y permanecerán perennes en la historia del género, concretamente en el salón de la fama de lo que algunos llaman power-pop.
El acompañamiento ésta vez era inmejorable al menos en adecuación. Se trataba de Bum, formación canadiense de punk-rock melódico que tuvo su pequeño seguimiento entre el público español en los 90, incluso cuentan con un directo que así lo atestigua. El tiempo ha pasado y se les nota en las canas, pero ellos dieron lo esperado, pildorazos a medias entre los primeros Green Day, los Buzzcocks y sí, los propios Redd Kross. El concierto fue hilado a través de hits como «Your Disciple», «Instant Kool Aid» o su versión de los Dead Boys, con especial atención a su alabado «Wanna Smash Sensation» y la entrega de la banda fue notable, con ambos frontmen y guitarristas echándole ganas, pero la respuesta del público algo contenida. Es comprensible, aunque había un par de decenas de seguidores cantándose las letras y meneando las cabezas. No es edad para pogos.
Los hermanos McDonald venían esta vez sin el tercer McDonald (que no es ni primo lejano) a la batería, pero su reemplazo, Eric Skodis (Imperial Drag) no se quedaba corto en destreza ni pegada. Tampoco lo hacía el segundo guitarrista, Jason Saphiro, con pintas notablemente más heavies que algún antecedente como el entrañable Gandhi, pero muy acoplado a la banda, especialmente en esta encarnación presente en la que parecen hacer hincapié en el rock.
Y que no se entienda mal, el impoluto setlist de Redd Kross supone una modélica selección de hits que se mueven entre punk-rock, hard-rock y pop, pero sí, puede que los hermanos lleven unos años enfocándose más a las guitarras, algo que ya su último disco y recientes giras apuntaban. También se nota un peso algo mayor de Steve en la voz, quizá más en gracia y actividad, merced a proyectos como OFF! En todo caso, ambos hermanos siguen a la altura, más que en forma instrumental, con una soltura y carisma que no parece sino ganar con los años.
Por eso, aunque notamos la voz de Jeff algo justa al comienzo, no fue nada grave. De hecho, dio la sensación de que una vez se liberó de la guitarra todo empezó a ir de lujo para, al retomarla después, seguir en esa buena línea. Así que fue todo un ir y venir entre hits antiguos y hits del tan bien acogido «Researching the Blues», en un concierto quizá algo breve, como acostumbran, pero sin flojera alguna. Y aunque el carisma de los hermanos centraba todas las atenciones, Jeff con sus bailes y aspavientos y Steve con sus comentarios o perdiéndose entre el público, hasta su guitarrista de acompañamiento se vino arriba subiendo a todo correr las escaleras al piso de arriba.
No faltó el espontáneo borracho en subir a darle la brasa a Steve, como no faltaron hits tales como la explosiva «Jimmy’s Fantasy», la tierna «Blow You a Kiss in the Wind», la coreadísima «Crazy World» (a los vascos danos un inglés facilito) o la esperada «Lady in the Front Row». Y para terminar, el ya famoso «Deuce» de Kiss. No nos vamos a andar con medias tintas de gafapastas sesudos, ver a Redd Kross siempre es un placer, como es una suerte que desde su retorno, España esté tan presente en sus giras. Que dure.