/Crónicas///

Punsetes, Los – Sevilla (30/06/2012)

Ariadna, Antonna, Chema, Gonzalo, J.
7.7
Monasterio de La Cartuja (CAAC), Medio
Precio: 6 €
Géneros: ,

La primera visita de Los Punsetes a Sevilla desde su actuación en South Pop 2010 tuvo lugar durante la segunda noche del ciclo Nocturama 2012, curiosamente otro evento organizados por Green UFOs. El quinteto venía a presentar su tercer larga duración, “Una montaña es una montaña” y, por tanto, se anunciaban como una de las actuaciones importantes del ciclo. Una pena que la coincidencia con otros conciertos destinados a público similar, alguno incluso gratuito, y su fecha situada en pleno fin de semana estival (lo que significa diáspora playera) impidieran que se alcanzara un aforo mayor que el que hubiesen obtenido en otro momento.

Aún así, mucha gente los esperaba cuando por fin subieron casi a las once de la noche (recordemos el carácter relajado del ciclo). Se situaron de forma conocida ya por todos y comenzaron con “Glaciares”. Pocas novedades en cuanto a la puesta en escena: Ariadna sigue inamovible e impasible junto a su atril, Antonna encadena cigarro tras copa y el resto permanece en su sitio a su rollo. Y de fondo, videomontajes cachondos, claro. Nada nuevo al respecto. La gran diferencia se encuentra, de hecho, en la propia música.

El tema de apertura fue toda una declaración de intenciones, ya que es uno de los temas más serios y psicodélicos de su nuevo disco, denominado por muchos el temido ‘disco de la madurez’. De hecho, si no lo interpretaron entero faltó poco; notándose que se encuentran bien orgullosos y seguros de temas como “Alférez provisional” (otro gran single), “Untitled”, “Malas tierras” o “Un corte limpio”; por lo general en esa línea menos inmediata que comentaba pero a la larga satisfactoria.

Diría incluso que más satisfactoria que el conjunto de su segundo disco, del que rescataron temas como “Cervatillos”, “Dinero” o la esperadísima “Tus amigos”; y que dista conceptualmente cada vez más de las maravillosas perlas ensangrentadas de su debut como “Dos policías”, “Fondo de armario” o la inevitable “Maricas”. Dado la reciente aparición de su último trabajo y lo hondo que han calado en la mente colectiva del indie nacional actual, fueron lo más coreado y jaleado de la noche.

Buen concierto en definitiva. Quizá necesiten una revisión a su forma de afrontar su directo (suena a trillado, pero Ariadna ha fabricado una marca de distinción que la ha encorsetado para el resto de su carrera), porque quieran o no ya no son, o no son tanto, aquellos cinco chavales que hablaban de muerte y odio en su debut. Son algo más: una banda que ha tomado una interesante, y necesaria, nueva dirección.

 

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30 de junio de 2012