A pesar de que inicialmente no contábamos con estar allí, al final pudimos comprobar lo que comentaba en la crónica de Joy Eslava: cualquiera de los tres grupos de los de la sala El Sol había rendido mucho más en sesión de tarde previa a Boss Hog. Sobre todo cuando me enteré que el de 12Twelve era concierto de despedida.
Pero antes de la mencionada despedida era el turno de uno de los dúos más queridos por la capital. Para cuando entramos en la sala ya habían empezado ante un volumen medio vacío de gente, dado que el paseo de apenas 5 minutos entre Joy y El Sol a unos les costaba más que a otros. Mario de The Joe K-Plan ya estaba liado grabando loops de guitarra y su compañero César tan preciso como siempre a los tambores.
Gozaron de muy bien sonido y del beneplácito de caras habituales y extrañas del público, aunque a nosotros nos quedó cierto sabor amargo ya que los hemos visto haciéndolo aún mejor. Quizás lo que necesitamos es volverlos a verlos, pero con el dichoso disco en la calle con Aloud.
Con una rapidez pasmosa con el montaje se suplió el retraso de horarios para la actuación de (lo:muêso). Ellos son muy grandes, derrochando vitalidad y alegría por la música. Una pasión por tocar que contagió el ya más poblado aforo en su totalidad, a pesar de que el exceso de volumen de guitarras los indujo a sonar algo más planos de lo que suelen ser.
Fueron muy aplaudidos y una vez terminaron tuvieron que saludar y agradecer a toda la gente que se acercaba a felicitarles. Nueva oportunidad de verlos en febrero, en un concierto organizado por algún tío con ganas de perder dinero…
A 12Twelve por contra, era esa noche la última. Suponemos que a pesar de que anunciaran que Primavera Club Madrid era el fin del cuarteto catalán, el mal sonido de dicho evento podría provocar un concierto de despedida más apropiado y en casa. Al menos eso sería lo merecido para una banda con una trayectoria tan impecable.
Y es que, aunque fuera una actuación de ejecución instrumental totalmente grandiosa, los problemas de acoples de sonido se hicieron demasiado habituales. Ellos mismos eran incapaces de intentar hacer oidos sordos ya que se oían con mucho ruido todo el tiempo, aunque gracias a esto tuvimos un par de amagos de improvisación jazzistica bastante curiosos.
Sobre la actuación y sus otras virtudes es obligatorio centrarse principalmente en cómo han sabido concentrar su parte jazz con su parte postrock. Creo que si 12Twelve dejan algo muy importante como legado, es eso. Probablemente será por ignorancia musical de un servidor, pero con su sonido no hay mucha banda en todo el mundillo alternativo. Ellos podrían gustar más o menos, pero ser una banda «pionera» en algo es digno de un aplauso de despedida como el que tuvieron en El Sol. Tras ello, hicieron un bis fuera de tiempo, claro.