/Crónicas///

A Place to Bury Strangers – Madrid (01/11/2013)

Oliver Ackermann, Dion Lunadon y Robi Gonzalez
8.8
Moby Dick, Casi lleno
Precio: 15 / 18 €

Si en la crónica de Destruction Unit del otro día hablábamos de como nos atronaron los oídos, sabíamos que lo que nos esperaba en el concierto de A Place To Bury Strangers más que seguir por esos derroteros iba a pasar a grado superlativo.

A place to bury strangers

Igualmente ya lo comentamos con la propia banda en una entrevista que publicamos un par de semanas antes de su paso por España. Muy a pesar de que el honor de ser «la banda más ruidosa» del planeta les debería intimidar, el trío volvió a arrasar los tímpanos de los asistentes. Y en esta ocasión no sólo con experimentación sonora, con idas de olla en primera fila y, esta vez si, con muchas buenas canciones detrás. Unas canciones quizás no aptas para el no conocedor del estilo de estos neoyorquinos, pero que funcionan muy bien como una unidad sin caer en aburrimientos innecesarios.

Sorprendentemente el repertorio se centró mucho más en «Exploding Head» que en «Worship», aunque hay que reconocer que la experiencia que Oliver Ackermann consigue crear como jefe de la banda va mucho más allá de un repertorio o de una selección de canciones. El trato del sonido que sale por la multitud de cachivaches es tan cuidadoso y sobrecogedor como destartalado en el aspecto visual. Ackermann además de lo que hace con A Place To Bury Strangers construye pedales de efectos (entre sus clientes están U2 o Wilco) y regenta un espacio DIY, así que nada de adaptarse a modas de muros de sonido, sino todo lo contrario. Una verdadera experiencia arrolladora y atronadora, aunque con la ausencia de luz se pasaron un poco.

Bambara

Los chicos de Bambara compartían unos parámetros muy similares a los de la banda principal, de hecho se mostraron abiertamente «colegas» a la hora de ser incluidos en el cartel europeo. Parámetros similares, pero con menos carga de distorsión y un elemento percutivo mucho más fuerte, sobre todo gracias a un batería que estuvo pletórico a los tambores. Ojo a su disco «Dreamviolence», una verdadera sorpresa.

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1 de noviembre de 2013