Una bonita manera de aprovechar un puente es irse para Logroño, visitar la bonita ciudad de Soria, tomarse unas tapas por la calle Laurel ya de Logroño y como colofón ver a dos de mis bandas nacionales favoritas: The Happiness Project y Ostrova.
The Happiness Project venían de dos días de gira por Euskadi y sobre todo a José se le veía especialmente perjudicado. Como siempre un placer charlar sobre la escena con Adri y con Balty, que me dejo una serie de frases para el recuerdo, como que «el underground español era el mejor de Europa » y que en este momento estábamos en «la cresta de la ola y que ya nos tocaría caer». Esperemos que la ola este todavía alejada de la costa y se mantenga, porque si es verdad es que es impresionante la cantidad de estupendas bandas que están surgiendo a lo largo y ancho de la península, empezando por los propios The Happiness Project y Ostrova. Frases como «el carácter castellano-mesetario de bandas como Adrift o Moho» o la «pasión de Semana Santa de Orthodox» me dejaron marcado. Es cierto que la diversidad cultural y de personalidad de la península también ha creado un crisol de grupos muy distinto entre sí.
Pero vamos a lo musical, y bueno, una pena que otra vez más se dejarán temas del primer álbum sin tocar, pero como en directo, son unos tíos que lo bordan, no hay problema. Del repertorio destacaron especialmente «Pluja Means Rains» y sobre todo «0:00», eso sí, pude escuchar una apertura que no había escuchado en otros conciertos. Dejaron el listón muy alto (el mismo Germán de Ostrova lo decía) para el grupo local.
Ostrova son una banda que ha editado un EP durante este año, en el que, sobre todo, se ven y se desarrollan unas buenas ideas que hacen de ellos un grupo que se distingue del resto de grupos post-metaleros. Es un disco que destaca por la originalidad de los temas, desarrollo de los mismos pero que se ha realizado totalmente DIY («Do it yourself», «Hazlo tú mismo») y el sonido no brilla todo lo que debiera. Aún así el álbum es una perfecta tarjeta de presentación. Oyendo el disco y viendo a la banda en directo, como tampoco partes de una idea clara de como pueden sonar en directo, la banda sube muchísimos enteros. Los miedos de Germán no se cumplieron. A pesar de la inferioridad de equipo y del escaso ensayo, brillaron a la altura de The Happiness Project, interpretando del tirón todos los temas de su EP, cerrando con un «Entre las llamas» como tema bandera del disco.
La voz es mejor en directo y como problemas sólo apuntar que son una banda que necesita curtirse. De momento no dominan el aspecto visual del concierto y que el cantante deambule por fuera del escenario hace que prácticamente nos centremos en Germán (curioso el tocar la guitarra con arco de chelo) y en la batería. También se noto algo de falta de potencia en los limpios de guitarra, pero cuando la base de las canciones está tan definida en directo, no hay problema con ello. En definitiva, otra banda más que apuntarse en la agenda, porque muy buenos mimbres tiene el cesto de los Ostrova.
Seguimos tomando unos chupitos de ron-miel con las bandas y haciendo caso de las recomendaciones musicales nacionales de Adri. Muy buena entrada en Biribay, muy buena gente dentro y fuera del escenario y esperemos que la experiencia se repita próximamente.