Con el habitual retraso que ya se le presupone siempre a la madrileña sala Wurlitzer Ballroom, arrancaba este Viernes 26 una velada destinada al garage punk en la que nos visitaban los magníficos Obits de Rick Froberg, acompañados, como en toda la gira española, por los prometedores Aliment. La banda catalana del emergente sello La Castanya nos presentaba su nuevo disco «Holy Slap», tratando de demostrar que la comparación con los irreverentes Black Lips es del todo merecida. Y lo cierto es que pese a que el trío gerundense no despliega el arsenal de chorradas con las que nos suelen deleitar (o repeler según se vea) los de Atlanta, sí que se acercan a estos en su forma de entender el garage, el cual en directo, eso sí, se recrudece de forma que la acepción punk es sin duda la más acertada para sus canciones.
Sonando descarnados y con el volumen a tope, fueron repasando su nuevo disco haciendo entrar en calor al centenar aproximado de asistentes al ritmo de la aguerrida «Till Nights Ends» o de la coreable «Second Round», dejando hueco también a su anterior trabajo «S/T», con temas como la fresca «Stay Away». Para entonces la gente ya se había metido de lleno en la actuación de los catalanes que, por si acaso, se guardaban para la segunda parte algunas de sus mejores piezas como la bailonga «True Story», «Friends From The Block», o el estupendo single que da título a su nuevo Lp, «Holy Slap». Con un sonido quizás mejorable, pero que no es otro que al que suele tenernos acostumbrados la sala Wurlitzer, lo cierto es que pocos grupos nacionales hubiesen ido tan bien como teloneros de un grupo como Obits.
En cuanto a lo de la banda principal en general, y a lo de Rick Froberg en particular, hay que resaltar el idilio permanente que viven con nuestro país. Hasta ocho fechas por todo el territorio nacional, y con resultados al parecer bastante agradecidos por parte del público, lo cual teniendo en cuenta que es el enésimo proyecto en el que vemos al mítico guitarrista de Drive Like Jehu o Hot Snakes, demuestra que claramente España adora a Froberg, y Froberg disfruta de lo lindo en nuestro país. Arrancando con el que es posiblemente el tema de menos revoluciones de su discografía, «Shift Operator», aquella solo sería un espejismo, pues a partir de ahí la hora restante de actuación no cedería ni un segundo al relax dejando claro lo que Obits son: una banda de electricidad, sudor, y adrenalina. Un par de piezas de su primer álbum como «Light Sweet Crude» o «SUD» fueron calentando el ambiente antes de dar paso a una de las mejores piezas de «Moody, Standard and Poor», la intensa «Everything Looks Better In The Sun», que conseguía los primeros puños en alto de la noche. Le siguió su primer single «Pine On», y fue entonces cuando aquello ya terminó de coger la temperatura que la ocasión requería. Temperatura que alcanzó sus más altos gradajes con la magnífica «Killer», y que sirvió de antesala para que la banda nos presentase una de las dos piezas del 7″ que han publicado bajo el amparo de los organizadores de la velada, La Castanya. «Suez Canal» era el tema, y de sonido hay que decir que continúa por esos derroteros de garage, punk, y música taciturna a las que nos tienen acostumbrados Froberg y los suyos. Íbamos llegando al final, pero antes «You Gotta Lose» se convertiría en otro de los momentos a recordar de la noche, empalmada en este caso, como en el disco, con otra gran pieza como «I Want Results».
Aún restarían unos bises generosos en los que además de alguna rareza de otros 7″ anteriores, sonaría la segunda pieza que acompaña a «Suez Canal» en la reciente edición con La Castanya. Titulada «Refund» se trata de una punkarrada más que próxima al espíritu del 77′ tanto por su forma vocal, como por la simpleza y fuerza que transmite.
Un paso nuevamente notable por nuestro país de Froberg, que acompañado por el carismático guitarra Sohrab Habibion, el eficiente bajo de Greg Simpson, y la frescura del nuevo batería Alexis Fleisig, consiguió domar a una sala rebelde como es Wurlitzer Ballroom, logrando así una nueva demostración de que la sencillez bien elaborada dan como resultado un magnífico concierto de rock & roll.
FOTOS: Ricardo
