Intempestivo el horario, pero había que estar allí, para escuchar, a la, para mi gusto, banda revelación del año: The Sword, banda frikie hasta en el nombre, rama Mordor, como demuestra la temática del vídeo single Winter’s Wolves de su disco de presentación Age of Winters, aunque altamente influenciada por doble vía, stoner y doom, por Black Sabbath. Además, también y para poner la guinda se ofrecía la posibilidad de escuchar a otra de las grandes y más afamadas bandas del sonido stoner y todo ello al módico precio de 18 euros, que no esta nada mal dado los tiempos que corren.
Para no perder costumbre en El Sol, el concierto empezó con bastante retraso, pero la verdad es que en esta sala no importa mucho porque la cerveza está barata y fresquita. Curioso ver pulular por allí a JD Cronise y los suyos en busca del equipo apilado en los escalones más nerviosos que unos chavales antes de hacer la selectividad, y ver como se transformaban en una máquina completamente arrolladora al subir al escenario. Impresionantes de principio a fin desgranando los temas de su único álbum, guardando para el final las dos auténticas joyitas del álbum, el mencionado single, “Winter Wolve’s” e “Iron Swan”. Cuarenta minutos a piñón fijo, como un tornado, haciendo honor a su origen tejano, sin apenas respiro, que dejaron al escaso personal (en torno a cincuenta personas) altamente satisfechos, jugando perfectamente con las dos guitarras y bajo, y sacando un esplendido sonido a los escasos medios, que acabaron petando justo cuando sonaban los primeros acordes de “Iron Swan” y que tuvieron que cambiar los pipas sobre la marcha. Muy buen sabor de boca y ganas de volverlos a escuchar por estos lares, y de ver la evolución en sus siguientes discos porque lo único que puede achacárseles es que vistos los parámetros en los que se mueven, se atisba una difícil evolución, sin enfadar a la parroquia.
Un ratito de espera, y salieron los Nebula, mucho mejores músicos, con más tablas, pero sacando increíblemente un peor sonido a idéntico equipo que los chavales de The Sword (incluida la misma batería). Mención especial para la batería de Romano y la guitarra de Eddie Glass, pero quizás ahí radicó el principal problema de su directo, aparte del tema del sonido. Glass sabe que es un estupendo guitarrista, y quizás se notaba demasiado las preparaciones a los megapunteos improvisados y que frente a los pétreos, pero a la vez efectivos riffs de los Sword sonaban demasiado forzados. Por lógica se dedicaron a desgranar principalmente el último disco, Apollo, pero es que a un servidor, le gustan más los anteriores discos más de corte stoner típico, cosa que también jugó en su contra en mi mente. Algo más de una hora de concierto, que es todo un lujo para lo que suelen dejar tocar en El Sol, pero que a mi se me hizo algo largo de más, unido a que pasaba aquello ya ampliamente de la medianoche.
Imprescindible el concierto de los The Sword, y algo inferior el de los Nebula. Esperemos que mejores los segundos en próximas visitas y esperemos que los primeros tengan continuidad y puedan presentarse con mejores medios, porque si apabullaron de esa manera en no muy buenas condiciones, tienen que ser dignos de escuchar con vientos a favor.