Última sesión del ciclo 2+1, con el que el Centro de Iniciativas Culturales de la Ciudad de Sevilla ha traído a la ciudad durante este comienzo de verano varias atractivas propuestas que se mueven por algunas de las vertientes del rock más en boga de la actualidad. Con el cupo de experimentación bien cubierto con actuaciones como las de Lüger o The Oscillation, para terminar de manera amable, dejaron para el final sonidos más fáciles o clásicos si se quieren, aunque no por ello carentes de interés.
The Adepts abrieron con su rock alternativo de dejes noise y post-punk, de pocos adornos y centrado por entero en el monolitismo y la distorsión, pero también con lugar para la melodía. Aunque poco comunicativos y centrados en sus instrumentos, exceptuando la más locuaz cantante Ximena Bares, poco pudo reprocharse al concierto de rock más puro de todo el ciclo. Algo digno de agradecer a estos madrileños, por descongestionarnos un poco de tanto krautrock, psicodelia, etc, de otras jornadas.
Y claro, para culminar por todo lo alto, qué mejor que una fiesta. Los barceloneses Mujeres salieron con mucho desparpajo y mucho calor (llegaron a compadecer al público por vivir en Sevilla) a darlo todo con su surf-punk que bebe lo mismo de los Beach Boys, los Ramones o los Sonics. A piñón fijo todo el tiempo, no dieron respiro entre sus canciones de poco más de un par de minutos la mayoría, por lo que todo el que quiso pudo bailar y moverse durante toda una hora. A pesar de algún problema de sonido en un momento concreto, terminaron con su repertorio y tuvieron que tirar de versiones: unas, como no, aceleradas “Run Run Run” de la Velvet y “Please Please Me” de los cuatro de Liverpool, amén de temas nuevos.
Como no podía ser de otra forma, salimos asfixiados, pero satisfechos, del fin de ciclo. Y también con la certidumbre de que la semana próxima comenzaba Electrochock (US), nueva muestra musical de similares características pero centrada en la electrónica y donde nos dejaremos, por descontado, caer de nuevo.
