Las citas especiales son esas que consiguen ilusionar por igual a las dos partes invitadas. A Love Of Lesbian los vimos encima del escenario de la sala La Riviera de Madrid igual de contentos, apasionados y emocionados que la gente que se había desplazado desde lejos para ver una cita especial. Mucho.
La banda, ayudado del colectivo CAMON, había conseguido recolectar a unos 200 músicos, que situados en la parte frontal del escenario se dispusieron a repasar lo mejorcito del cancionero de los lesbianos. En un momento del concierto al guitarrista Julian Saldarriaga se le ocurrió incitar a levantar la mano a todo aquel que no viniera de Madrid (ni de Móstoles). Algo pasa con este grupo y su divertido directo, pues levanto la mano media sala.
Es cierto que no se consiguió que hubiera 1999 guitarristas, ni siquiera llenar una sala La Riviera. Esto ultimo sobre todo por lo intempestivo del horario, pues aparte de ser la hora del aperitivo, había que haber hecho cola previa. En cualquier caso, notable aforo.
El devenir del concierto fue de todo menos lineal, aunque si se tendió a tomarse esto más como un ensayo con público que un concierto en si mismo (aunque al final hubo «Algunas Plantas» con coreografía, como manda la tradición). La duración del concierto, desde la inicial toma de contacto con «Shiwa» excedió el minutaje total de dos horas, por lo menos. Santi estuvo entregado como de costumbre viajando un par de veces al sector instrumentista, la primera vez con «Me Amo» en los primeros compases del concierto. En «Un Día en el Parque» ya vimos al grupo muy emocionado, con especial mención al siempre expresivo Santi Balmes.
Pero el gran momento fue sin duda «Incendios de Nieve», con una cincuentena de músicos encima del escenario incluyendo: violines, chelo, guitarra eléctrica con ampli portátil, muchas acústicas, dos chavales que apenas levantaban un palmo del suelo y una melódica que hizo los silbidos. Si además de eso sumamos el karaoke que se montó todo el público, llegamos a ver cómo el propio Santi termina emocionándose y echándose la mano al ojo. Muy bonito.
El concierto luego decayó en esa espontaneidad con algún tema cómo «1999», pero finalmente se remontó hacía el final cómo era de esperar. Con «Música de Ascensores» volvieron a subir los violines, chelo y los más pequeños y esta vez se les escuchó incluso. Otras canciones tan sensacionales cómo «Noches Reversibles» funcionan y funcionarán sin mucho invento extra. Love Of Lesbian, sólo con esta honestidad, también.