L'Hereu Escampa - Madrid (06/04/2012) crónica

De mano del sello (también distribuidora y promotora) Caleiah Recs, el pasado Viernes 6 de Abril los amantes del hardcore y estilos cercanos tuvimos nuestro propio Viernes Santo en la capital. Hablar de la gente de Caleiah es hacerlo de uno de los colectivos más inquietos y productivos de los últimos tiempos en lo que al underground se refiere, y la marca de calidad y buen hacer está siempre presente en todo lo que el sello se propone promover. Esta vez no iba a ser menos, y por ello reunieron en el Wurlitzer Balroom algunas de las bandas más sugerentes del panorama actual.

Arrancaron la velada los madrileños The Blackjaw que con un sonido de evidentes influencias de la escena de Gainesville, presentó algunos de los temas que formarán parte de su próximo álbum de debut en formato largo «Citizens». Con un sonido aguerrido, de prominente voz rasgada, y potentes coros, se mostraron como unos más que correctos seguidores de Hot Water Music y derivados, y sin duda nos dejó con ganas de evaluar como sonará todo eso en un estudio.

El Wurlitzer no es precisamente la sala que mejor suena de Madrid, pero dados los precedentes, no fue esta la peor de las noches. De hecho los post-hardcoretas bilbaínos 5000 r.p.m., se puede decir que consiguieron sonar de lujo si lo comparamos con lo que suele depararnos la céntrica sala madrileña en conciertos de estos estilos. Presentando su Lp de 2011, «Manifesto», la banda euskalduna dio un recital en lo que a sonidos ásperos pero emocionales se refiere. Jugando con el sinte mientras se desgañitaba casi recitando los elaborados textos de la banda, Caba se mostró como un poderoso frontman al que una ya experimentada banda arropaba con toda la fiereza y sutileza habituales en estos clásicos de la escena.

Para el final nos quedaba degustar del punk visceral y melódico de uno de los fenómenos de la temporada. Los catalanes L’hereu Escampa volvían a descargar en Madrid su directo basado en batería, guitarra, dos voces, y un montón de adrenalina y visceralidad. Bebiendo de la influencia de bandas que al otro lado del charco están dando mucho que hablar con una propuesta básica como esta (Japandroids, No Age…), pero dándoles un sonido y forma propias que los diferencia, el dúo se mostró imparable en su mezcla de punk, emo, y melodías infecciosas. Ruido, gritos, y romanticismo, en una banda que venía presentando su nuevo Ep, el cual ha sido editado en CD, y ojo, en un cuidado K7 de artesanal y cuidado embalaje que bien vale los escasos 4 euros que cuesta. Un fantástico ejercicio de nostalgia por parte de una de las bandas más inquietas de la escena independiente (de la de verdad) de este país.