La visita del sexteto de James Hunter a Sevilla se saldó con un casi lleno en la Sala X, lo que vuelve a sacar a la luz que es posible traer propuestas arriesgadas o minoritarias a una capital andaluza asolada y desolada por el desempleo y la carestía, incluso en un Martes de pleno invierno con riesgo de lluvia. Y es que cuando la calidad llama a tu puerta, el público hace un esfuerzo y responde. Hay que agradecérselo en todo caso a los programadores de la mencionada sala, que en menos de seis meses de funcionamiento es ya la que mejor programa de la ciudad quitándole el testigo a otras más veteranas e históricas.
A pesar del relativo desconocimiento hacia su música por estos lares, Hunter salió desde el principio a ganar tirando de actitud, carisma y técnica. Se tomó muy en serio su papel de showman simpático y gracioso, pero sin dejar de lado su labor de cantante y guitarrista; muy característica la primera por sus peculiares ‘gorjeos’ que acabaron arrastrando al público; y muy afinada la segunda, apta tanto para el soul, el blues, el rock’n’roll o incluso el ska, o para las virguerías del final con las que acabó metiéndose al público en el bolsillo.
Pero no sólo el líder se lució. La banda al completo justificó que su frontman haya añadido el Six al final para su último disco “Minute by Minute” ya que se compenetró de esa manera que sólo las horas y horas de ensayo pueden conseguir. Y es que la carretera y la calidad de estos músicos se olía a leguas ya desde un primer momento. Con una base rítmica milimétrica a base de batería y contrabajo, Damian Hand al saxo tenor y Kyle Koehler al Hammond se perfilaron como los otros protagonistas de la noche, disfrutando de frecuentes solos a lo largo de todo el concierto.
En definitiva, una noche para pasarlo bien y disfrutar gracias a una banda que tiene muy claro que éste es su cometido pero sin dejar de ser en ningún momento un grupo serio. Y es quizá sean hoy en día más que nunca necesarias propuestas así que nos aparten de los gestos ceñudos y la afectación del indie y el rock actual y nos hagan menearnos sin preocupaciones aunque sea por un rato.