Colosal ambiente el que había en el primer concierto de Isis en Madrid, tras muchos años viéndolos pasar por Barcelona. Para ello se unieron a los raperos oscuros de Dälek y a los mas violentos Keelhaul en un concierto de esos que huele a grande desde mucho antes.
A Keelhaul, ya con casi todo el mundo dentro, les faltaron algunos minutos mas. Y es que aunque un servidor estaba mas por la única propuesta de Dälek, el sludge técnico de los de Ohio les puso en un nivel sorprendente. No sorprendente por trayectoria (que la tienen de sobra) sino porque gozaron de un sonido fantástico en una sala de sonido muy irregular. Media hora larga de mucha garra y actitud, sirvió.
Para los chicos de Dälek la cosa fue mucho mas difícil. Primero a la gente le costó hacerse a entrar en las atmósferas pesadas de su música, y eso que en realidad tienen mas que ver con Isis que los propios Keelhaul. Segundo, el sonido fue un amasijo de ruido y rebotes que no apenas nos dejó disfrutar de «Culture for Dollars» o de «Spiritual Healing». Si no tienes sonido de tu lado y la gente no se quiere sumergir en tu música, todo está perdido. Nos quedamos con su paso por el Wurlitzer Ballroom de hace un año.
En Isis el ambiente estaba muy caldeado, de modo que en cuanto aparecieron ya se vió que había muchas ganas de sacarlos por todo lo alto. Ellos cumplieron para ello, a pesar de un setlist algo irregular. El sonido aunque falto algo de pegada era muy bueno y la ejecución de ellos perfecta. Ya con el segundo tema, «Stone To Wake A Serpent» lo habían logrado demostrar, aunque también es cierto que es mi tema favorito del reciente «Wavering Radiant».
Pero fue a raíz de una versión bastante gloriosa de «Dulcinea» dónde la exaltación de todos creció hasta ver gente en trance y mucha boca abierta. «Ghost Key» lo mantuvo totalmente, a pesar de ser un tema nuevo (ya se sabe lo poco que suele gustar que un disco nuevo acapare la mitad del setlist), pero fue «Backlit» la verdadera sacudida que demostró que hoy por hoy son bandera de su estilo (si, ahí siguen también Neurosis) por su evolución y sus directos.
Los bises fueron justo lo que necesitábamos, algo del «Oceanic». Antes habían paseado una larga «Threshold Of Transformation» bastante buena para cerrar el set, pero es que «Carry» son palabras mayores para comenzar los bises. Una pena que fuera una versión con algo de exceso de teclados y de limpieza, pero que solventó ausencias tan sonadas como «Weight» o «The Beginning And The End». Para finalizar un concierto no hubo «Celestial», pero si una buena y destartalada versión de «Altered Course» como paseo por «Panopticon».
Pudo ser mejor, claro, pero eso no quita que estuviéramos viendo una banda muy grande. La gente se quejaba de que hoy en día son una moda, pero ojala las modas que tenemos hoy en día tuvieran la mitad de calidad que la banda de Aaron Turner.
SETLIST
Hall Of The Dead
Stone To Wake A Serpent
Dulcinea
20 Minutes / 40 Years
Ghost Key
Backlit
Threshold Of Transformation
Bis
Carry
Altered Course
