/Crónicas///

HORSE the band – Madrid (20/05/2009)

7.0
La Boite, media sala
Precio: 8 / 10 €
Géneros:

Primera incursión de la Asociación Festiforo, idea surgida y soportada desde el conocido foro festiforo.com, en el mundillo de la promoción de conciertos, además, por todo lo grande, con una buena entrada en La Boite.

Reaparecian los madrileños Gone With The Pain, después de un prolongado parón desde que en octubre pasado tocaran junto a Adrift y Toundra en la misma sala. Lo suyo son las descargas adrenalínicas cortas de screamo y su función de teloneros la cumplieron, caldeando el ambiente y atrayendo a su propio público (hubo una cierta desbandada tras su actuación). Me gustaron incluso por encima de la banda principal, a pesar de que, por más que se esforzara el cantante, la voz era prácticamente inaudible y eso, en un grupo de screamo, no dice nada favorable del sonido del evento.

Horse The Band tratan de ofrecer una propuesta divertida. Pero una cosa es que traten de hacérselo pasar bien al público, pero sobre todo, de pasárselo bien ellos (el cantante es que ni soltó su botellín de cerveza en todo el concierto) y otra el tener que presenciar previamente al concierto la prueba de sonido, porque ellos no llegaran a tiempo para hacerla, en el horario previsto. No hay más que ver los vídeos del concierto del día anterior en Barcelona para intuir lo que pasó. Eso sí, visualmente son una banda muy poderosa, en especial cuando el escenario lo ocupan los seis miembros de la banda, haciendo movimiento a lo unísono, en especial, con el animador-triángulo. Irreal escuchar el estruendo de esta gente, junto a las melodías de videojuego de los ochenta, y a la vez ver a un tío dándolo todo, tocando, pues eso, el triángulo.

No disfrutaron de especial buen sonido, pero tampoco deslucía mucho una propuesta, mezcla ruidosa de screamo con teclados infantiles, con el toque lúdico que aportan los comentarios (físico aparte) entre canción en español de niño de tres años del teclista y front-man y también, show-man. «Tengo una historia que contar. Estuve en España un mes hace dos años» (y no dijo nada más). «Nos quedan diecinueve temas por tocar». Cuatro teclazos. «Bueno, ya nos quedan dieciocho». «Aquí hay un sitio para la chicas guapas» (justo al lado de dónde estaba él). En otro tipo de grupos, quizás estarían de más, pero en éste, rompe un poco la monotonía del set, mezcla de temas como «Murder» con temas nuevos que aparecerán en su próximo disco de debut en la discográfica Vagrant.

No paró de haber pogos y de volar gente en las primeras filas y aunque a mi este tipo de conciertos, se me hacen excesivos de duración, casi por definición, hay que reconocer que los fans se lo pasaron muy bien, que era de lo que se trataba.

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20 de mayo de 2009