Apresurados y con el tiempo justo para montar el equipo, problemas de no sabemos que índole en su desplazamiento desde Barcelona hasta Madrid, provocaron que la actuación de despedida de Her Only Presence empezase con casi una hora de retraso. Disculpas pedidas por parte del cerebro y alma mater del grupo, Luis Cifre, y comienzo inminente de un concierto con el sentir amargo que todo final de una banda trae consigo, pero también con el buen sabor del ver a una banda que siempre ha realizado un trabajo honesto y fiel a su forma de ver la música. Se notaba en Luis, que estuvo acompañado por la base rítmica de Oso, un nerviosismo inherente a una cita especial como lo era esta para él. Con el grupo escindido hace ya unos meses, la publicación del split con L´Hereu Escampa, y la posterior mini-gira de presentación que han acometido estos días, han permitido a este entrañable músico poder despedirse como es debido de sus seguidores, los cuales nunca fueron tantos como hubiesen debido si tenemos en cuenta el gran nivel de su emocore de raíces noventeras. En torno a media hora de música fue lo que ofrecieron Her Only Presence, destacando en todo momento la intensidad extrema de sus composiciones, que en un día de adiós como el de anoche se multiplicaba aún más si cabe. La emocionante «Goodnight» nos sobrecogió recordando ese gran disco que es «You´re Never Back». Tuvo esta un papel especial junto a las dos nuevas canciones del compartido, «To Move» y «482», las cuales con su notable nivel demuestran que el nivel compositivo de Luis no anda mermado en absoluto. Desde luego si algo quedó claro ayer fue que el adiós de Her Only Presence no se debe a la falta de talento ni de buenas canciones. Mucha suerte, y que no tarden en ofrecernos nueva música con posibles futuros proyectos.
Tras ellos la otra parte integrante del split que motivaba este concierto saltó con ganas de seguir demostrando que la promesa cada vez más se está convirtiendo en realidad. Con un sonido en directo más crudo todavía que en estudio, quizás tuvieron en contra una reverb excesiva que provocó que aquello no sonase tan bien como otras veces que les hemos visto por la capital. Salvando este detalle, lo que está claro es que L´Hereu Escampa son una de las duplas más en racha del panorama underground catalán, y sin duda en garra y coraje sobre el escenario, pocos les pueden superar. Su juventud sobrada de talento les hace desprender una energía tremenda, y de eso se aprovechan canciones como «Má Freda», «Consol, Condol», o «Fet i Amagar», que con su vocación de himnos efervescentes y joviales provocan la reacción inmediata en el público. Por supuesto también hubo hueco para alguna de las nuevas composiciones del split con Her Only Presence… y no mucho más, porque tampoco L´Hereu sobrepasaron la media hora de actuación.
Corto pero intenso, la noche de ayer nos deja por un lado el bonito adiós de una banda con un potencial enorme, que sin embargo nunca tuvo la fortuna (o la época vital) de su lado; y por otro el hola definitivo de una formación llena de juventud y buenas ideas, a la que se le presenta ahora el reto de plasmar todo esto en un futuro debut en formato largo. Es decir, el relevo generacional al menos queda cubierto.