/Crónicas///

Gutter Twins, The – Madrid (27/04/2008)

Greg Dulli, Mark Lanegan, Dave Rosser, Scott Ford, Jeff Klein Y Cully Symington
9.1
Sala Heineken, Lleno
Precio: 20 €
Géneros:

SET LIST:
The Stations
God’s Children
All Misery
Flowers
Live With Me (Massive Attack)
Seven Stories Underground
Idle Hands
Bêtte Noire
Down The Line (José González)
I Was In Love With You
St. James Infirmary Blues (tradicional)
Spanish Doors
Eat A Peach (The Twilight Singers)
Front Street

BISES:
Papillon (The Twilight Singers)
Shadow Of The Season (Screaming Trees)
King Only (Mark Lanegan)
Methamphetamine Blues (Mark Lanegan)
Number Nine (The Twilight Singers)

Si el último viernes de mayo tuvimos una clase de un frontman de terrenos pesados y duros como Phil Anselmo, el domingo al otro lado de la Gran Vía teníamos clase doble.

Por qué un servidor ha visto pocas veces tanto carisma encima de un escenario como el que desprenden Mark Lanegan y Greg Dulli. El primero, se pasó todo el concierto amarrado a su microfono y realizando el habitual movimiento de manos entre canción y canción. El otro gemelo, era el siempre grande (y cada vez más en cuanto a peso) Greg Dulli que trasmitió la energía y pasión que el otro parece condenado a no demostrar físicamente.

Con este par encima de un escenario directamente es inútil ponerse a destacar la labor de los grandes músicos que les acompañan (básicamente son los miembros actuales de Twilight Singers con un espectacular Dave Rosser a las guitarras), que la ausencia de todo el aluvión instrumental de «Saturnalia» en directo no cojee en absoluto, que se dejaran dos o tres canciones del susodicho disco o que para redondear el set list faltaran recuerdos a Afghan Whigs. Ellos son de esa clase de artistas que se pueden subir al escenario a cantar canciones del Fary o de quién quieran, que a nosotros nos seguirán dejando boquiabiertos.

Antes de todo eso, tuvimos uno de esos teloneos dignos de mención por parte del británico Ed Harcourt. Ponerle el adjetivo de hombre-orquesta sería limitar mucho a un tío que demostró muchísimo según la sala se iba llenando (se lleno, si, aún jugándose la liga el Real Madrid). Empezando con la guitarra eléctrica (apenas iba acompañado por un baterista), luego pasando a momentos íntimos a cargo del piano, luego entremezclando trozos grabados in-situ para rematarnos con el momentazo crooner de «Until Tomorrow Then». Su actuación valió muchísimo la pena.

Retomando el dúo Lanegan-Dulli, su concierto comenzó exactamente como «Saturnalia», vibrante con «The Stations», en el ambiente Dulli de «God’s Children» en segundo lugar y en el tercero el impasible Lanegan y su voz ya única con «All Misery / Flowers». El concierto arrancaba con los evidentes problemas de sonido que siempre van con la sala Heineken, pero en esta ocasión ya con la versión de Massive Attack «Live With Me» y con una íntima «Seven Stories Underground» se arreglaba la cosa.
Continuando con el setlist, las dos mejores canciones de el disco del dúo se juntaron en pleno ecuador del set normal: primero las cabezas se movían al unísono con la pieza «Idle Hands» (se nota que es la canción que la gente ha oído mas) y luego la especial y oscura «Bêtte Noire».

A partir de ahí el show pasó un momento en el que daban mas igual las canciones e importaban mucho más Greg y Mark. De hecho, el primero se puso al piano para repasar momentos mucho mas blues como la tradicional «St. James Infirmary Blues» que popularizara Louis Armstrong, «Down The Line» del cantautor José González y un tema nuevo como «Spanish Doors». Cada vez que Mark cantaba uno de esos quejidos suyos o que Greg hacía gala de su elegante energía era innegable que el carisma ni cabía en el escenario. Eso sí, el final del set tenía el nombre de Greg Dulli pues aparte de «Eat A Peach» de The Twilight Singers, el último momento de «Front Street» con Greg Dulli al borde del escenario chillando «we’re gonna have some fun, son» con Lanegan tras los espectaculares «give me five minutes» previos, fue para enmarcar.

Los bises fueron un regalo a los fans de cada uno de ellos. Especialmente «Papillon» de The Twilight Singers entremezclando el estribillo de «Shadow Of The Season» de Screaming Trees, aunque el público parecía quizás viniera más de los temas de Lanegan con «Methamphetamine Blues». En definitiva, un verdadero show de dos de los mejores frontman que han dado los 90, mezclando energía rock con el sonido íntimo del desierto.

 

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