Este año en La Noche En Blanco de Madrid nos han traído buenas noticias con nombres que iban desde El Guincho a Los Coronas, pasando por otras propuestas estrambóticas como las de Fiera (el otro grupo de Pony Bravo). Buenas noticias si obviamos que todos los conciertos se solapaban en las plazas de Chamberí, Lavapies, Parque del Oeste, etc. Demasiada oferta al mismo tiempo, sería el perfecto resumen del apartado musical del evento, cosa que ya llevamos muchos años comprobando en el resto de apartados.
Habiendo tenido que sacrificar conciertos como el de GAS Drummers en Siroco nos decidimos por ver a los poco pródigos Ginferno y el debut de «Pop Negro» de El Guincho. Pero antes de todo ello nos llevamos con nosotros una nueva actuación de Rosvita en La Noche En Blanco para desquitarse del sonido lamentable del año pasado en Chamberí. En esta ocasión nos volvieron a dejar una sonrisa en la boca y un continuo vaivén con los alocados ritmos. Cada vez suenan mejor los temas de «Grandes Tormentos», y aunque pudiera parecer que han perdido mucho de su atractivo al dejar de sorprendernos, la bajada final al suelo con el trombón a cuestas por parte de su batería fue la mejor que les hemos visto nunca al estilo payasos de la tele.
Jonston siempre nos ha dejado buen sabor de boca, al menos en su reciente paso por el festival de Benicassim nos conquistó, pero no en esta ocasión. Es probable que el aire festivo de estos conciertos y el hecho de salir después de la arrasadora actuación de Rosvita era un concepto abocado al fracaso, pero aún así vimos un concierto demasiado plano. Así es muy difícil conectar con un público al aire libre, muy ocupado lidiando con decir a los vendedores ambulantes de cerveza que ya tienes una Mahou en la mano.
Ginferno sin embargo nos mostraron de nuevo su mejor cara. La de la valentía y el buen gusto. La del estilo propio. Como es ya tradición, se dedicaron a repasar su repertorio más nuevo – ese que no está aún ni editado – para luego rematar con el habitual repertorio de «hits», que en esta ocasión se saltó a pesar de las quejas el imprescindible «Triana Hop». La voz de su nuevo cantante cada vez nos gusta más, sobre todo ahora que se dedica a acompañar con sus teclados. El resto, más Ginferno que nunca, en el inmejorable sentido del adjetivo.
Pablo se aprovechó muy bien de cómo Ginferno auparon el ánimo del cotarro para tirar directamente de «Kalise» y poner muy patas arriba todo. Si sus conciertos previos no terminaron de cuajar entre todos era por cierto exceso de artificio en los sonidos, en su mayoría pregrabados, claro. Ahora, con los dos miembros de Extraperlo de su lado la cosa se ha tornado en algo mucho más vivo y dinámico. Quizás no tiene mucho sentido ahora con «Pop Negro», pero un percusionista extra sería perfecto para el resultado final de temas como «Antillas», «Costa Paraíso» o «Palmitos Park». Lo único que echamos en falta es haber podido disfrutar de «Pop Negro» un par de días antes del concierto, porque aunque hits cómo «Novias» o «Ghetto Fácil» entran solos, otros más ochenteros cómo «Soca del Eclipse» o «Bombay» los podríamos haber disfrutado de este modo.
Nos llevamos de recuerdo dos nuevas muestras de Ginferno y Rosvita más la prueba de que la evolución de El Guincho promete traer buenas noticias. No está mal.