El circo del punk rock volvía a Madrid. El de los «eeoo» promovidos desde el escenario. El del espectáculo de luz. El del buen puñado de canciones, a pesar de todo. El de la entrega máxima de sus miembros. El de Green Day.
Antes de que el show de este trío, reconvertido a megabanda con 3 miembros mas de apoyo, se mostrara tal cual es, la banda sueca Prima Donna hacia acto de presencia a horas intempestivas. A nosotros no nos dio tiempo a poderlos ver, en lo que pareció ser la tónica general. Hay que tener cuidado con los teloneros de bandas de set largo como ya pasó con Mastodon en el concierto de Metallica.
A Green Day muchos llegaron tarde, perdiéndose todo el primer bloque de concierto dedicado al inicio de «21st Century Breakdown». Por suerte para ellos fue la parte más aburrida, apenas agraciada con «Holiday» y la desembocadura perfecta con «Are We The Waiting» unida a «St Jimmy». Si acaso se perdieron las anécdotas de gente que subió al escenario de la mano de Billie Joe o como el propio cantante se dio la vuelta por una de las gradas.
Luego la cosa, tras la inevitablemente coreada «Boulevard Of Broken Dreams», llegaba toda la plena mayor: «Hitchin’ A Ride» no tan fuerte como siempre, pero si que tuvimos unas muy buenas versiones de temas como «Welcome To Paradise», «Basket Case», «She» y «Brain Stew» precedido de un par de riffs de Metallica y Black Sabbath a modo de intro. No podemos decir lo mismo de «Longview» en la cual el espectáculo de subir gente a cantarla puede funcionarles en Estados Unidos, pero no en España, con la primera fila cubierta de quinceañeras lloriqueando por los huesos de la banda. Cuando se ponen así, repasando viejo material o simplemente «American Idiot», son capaces de todo. Ya no solo convencen a los que están por estar, sino a los que llevamos algo mas de tiempo siguiéndolos.
El concierto inevitablemente iba de menos a mas, con el gran pico en la sucesión de temas antiguos que acabábamos de presenciar. Al menos, supieron mantener la llama entre este circo de pantallas, gritos y preadolescentes con el festivo y tradicional «King For A Day» con el viejo guiño al «Shout» de The Isley Brothers. «21 Guns» después sonó muy aburrida, pero incomprensiblemente fue una de las mas coreadas de la noche. A tiempo, «Minority» cerró con mucha potencia el set.
Para los primeros bises eligieron bien, aunque sin arriesgar. Es todo un acierto cerrar con «Jesus Of Suburbia», para el cual subieron a un guitarrista que lo hizo realmente bien (muy al contrario de los que subieron a cantar en «Longview») y, mucho mejor con «American Idiot», claro. Un «Homecoming» unido ya habría sido perfecto. Para el último set, el guiño fue claro a los que llevan bastantes años detrás del grupo, ante el estupor de los púberes de primera fila. Primero, con Billie sólo en escena, sonó una irreconocible «Christie Road» en acústico, interrumpida de golpe para comenzar la gran sorpresa de la noche: «Macy’s Day Parade» (también en acústico). Muy buenos guiños, para dar viveza a un set muy anquilosado y ensayado. Lo de «Good Riddance (Time Of Your Life)» no sorprende a nadie, claro, pero siempre viene bien.
El handicap de su nuevo disco fue superado en directo, no por una mejora grande en las versiones, sino por una duración de 2 horas que permitió incluir un poco de todo en el set. ¡Ah! los «eo» de Billie empiezan a repetirse demasiado, cierto…