Hay combinaciones que parece que no vayan a pegar ni con cola: juntar en primer lugar a unos post-hardcorers noventeros como Girls Against Boys, que se reúnen cada vez que se alinean los planetas; y una banda novel del indie nacional experimental como Nisei; parecía pronosticar una alta fragmentación de público.
Por fortuna la buena música (y los buenos directos) no entiende de géneros, y tanto unos como otros mostraron a su manera como ganarse el público.
Nisei, cuya característica mas definitoria es practicar indie/rock alternativo cantado en català, mostraron una predisposición y un sonido mucho más hardcore con un directo muy crudo y demoledor; a pesar de que Continents es un muy buen disco, sería muy de recibo que en sus siguientes trabajos consiguieran plasmar la garra que tienen en vivo; a destacar el tremendo final con Aquest Joc, trompeta incluída.
Austeramente salieron poco después Girls Against Boys, desatando sus guitarras distorsionadas y sus melodías machaconas y contundentes, capaces de despeinar tanto a los fans de toda la vida como a los que los conocían en etapas más recientes de su irregular trayectoria.
A lo que siguió pocas palabras pueden hacerle justicia: tanto el demoledor sonido (por primera vez la sala Be Cool me dejó satisfecho en este sentido), como las canciones escogidas y los estribillos y riffs machacones que tan deliciosos son de seguir en un directo; realmente es dificil describir el factor exacto que le da tanta energía a este grupo; pero hicieron que un servidor se preguntase como demonios estaba presenciando el espectáculo del grupo en una sala tan modesta, en vez de estar llenando estadios.
Seguramente la poca consistencia en el tiempo del grupo influya en su relativamente escasa popularidad; pero no olvidemos que en su momento compartieron escenario con grupos de la talla de Rage Against The Machine, The Jesus Lizard, o Garbage.
Apostaron fuertemente tanto por temas de Venus Luxure no 1 Baby, su disco mas popular, en el que demostraron que himnos como In Like Flynn o Satin Down siguen siendo igual de potentes con el paso de los años; aunque también aprovecharon el tirón de su disco mas reciente: You Can’t Fight what you Can’t see (2002), del que especialmente potente sonó Basstation.
Lamentablemente nada puede ser perfecto, y justo cuando el concierto iva camino de un insuperable cénit, el grupo anunció que tenían el teclado estropeado… y ninguno de recambio; intentaron enmendarlo con algunas canciones que no requerían arreglos; y realmente el sonido del grupo no pareció aquejarse de ello.
Al pasar menos de una hora de concierto, y después de un primer bis donde el público armó el gran escándalo para que la banda volviera a escena, el vocalista Scott McCloud salió al escenario para disculparse y comunicarnos que sintiéndolo mucho, no podían seguir el espectáculo con falta de equipamento.
Se pueden buscar los eufemismos de Coitus Interruptus que hagan falta para describir lo que fue una auténtica putada, pero durante una hora escasa los presentes tuvimos el privilegio de presenciar el concierto de una banda totalmente brillante que se niega a pasar al olvido.
