Sin haber pasado antes por España y con una ausencia de más de quince años por el resto de Europa, unos clásicos de la magnitud de Devo han elegido 2007 como el esperado año de reconquista europea. Para ello, además de su paso por España y por Italia, han decidido centrar la gira en Reino Unido. Estuvimos en la segunda fecha londinense (tras la imposibilidad de asistir a un festival como Sónar) en el teatro Shepherd’s Bush Empire.
La enorme sala parecía el recinto perfecto para el evento, pues su considerable altura permitía poder colgar la pantalla gigante que llevaban bastante alta y gozaba de buena visibilidad desde cualquier punto. Mas tarde, nos dimos cuenta de que no era así.. De hecho, la altura del escenario era de risa ante tanto aluvión de gente.
Aunque eso del aluvión de gente no iba con los teloneros de la noche, conocidos allí ya en la sala. Fueron la banda local Scanners, que la verdad pegaban bastante con el evento. No es que fueran una banda demasiado new wave que digamos, pero su post-punk muy en la linea de You Say Party! We Say Die! son de esas bandas que han bebido bastante de Devo, aunque sigan manteniendo una raiz indie. A pesar de que puedan parecer una banda más, estos Scanners causaron una muy buena impresion entre un personal no demasiado cercano a su «público estándar». Aire muy especial con esa mezcla entre post-punk modernete con voz en la línea (salvando las distancias) de PJ Harvey; todo ello a base de ritmos sincopados con teclados de por medio. Bastante recomendables.
De repente, la sala se llenó… Hasta tal punto, que el sitio en el que estábamos se convirtió en insufrible y hubo que renunciar e irse mucho mas de lo deseado hacia atrás (finalmente la solución no fue tan dolorosa: ¡Había sitio para bailar!). Aún así, la ya mítica introducción de General Boy con imágenes de la banda que enlaza con ellos entrando y con los teclados de «That’s Good» había que vivirla cerca, luego hubo momento para ir huyendo.
Un concierto que comienza con «That’s Good» (como era de esperar, los Devo de hoy en día suenan más como Dev2.0 que como los Devo de los 70-80) no hace más que ponerte una sonrisilla tonta. Eso si, para los «spuds» (fans de Devo) el set list ya se antojaba repetitivo pues siguen empeñados en no moverlo prácticamente nada: «Goin’ Under» como segundo tema y si acaso agradecer «Peek-A-Boo» como novedad del repertorio (lo de Dev2.0 aquí es muchísimo mas evidente).
El escenario, con la banda colocada en línea horizontal, estaba repleto de artistas con tablas como en mi vida he visto; de izquierda a derecha: Josh Freese, G. Casale, Mark y Bob Mothersbaugh (Bob 1) y Bob Casale (Bob 2), aunque la cosa varió algunas veces. Mark es una verdadera fiera encima de un escenario y el combo de G. Casale y Bob 1 entre bajo y guitarra es simplemente impresionante en cuanto a compenetración, teniendo en cuenta que la banda no debe ensayar demasiado. Así, no les costó que todos enloquecieran de manera desenfrenada cuando empezó el riff de guitarra de «Girl U Want», cuando Mark sacó el látigo imaginario en «Whip It» o cuando hizo esos teclados en caída libre de «Secret Agent Man». Colosal comienzo a base de algunos de sus hits más remarcados tocados sin respiro alguno entre sí, que terminaron de redondear con una esperadísima «Satisfaction» seguida de un «Uncontrollable Urge» que debería venir en los manuales de como se debe tocar y dar espectáculo en directo (De verdaderos cracks escénicos el momento delbaile de los coros de la canción).
El resto del concierto, con semejante despliegue de canciones pasadas se antojaba difícil para los de Akron. Pero tiraron de «Mongoloid» cantada por Bob 1 y con un genial Mark a los teclados (y a los pompones de animadora…) para salir del paso sin pestañear. De nuevo todos entregados, aunque la verdad que «Blockhead» pasó bastante desapercibida entre el respetable. Por suerte, otro de los momentos de la noche junto a «Uncontrollable Urge» fue de sobra efectivo para levantar a todos de nuevo. Hablamos de «Jocko Homo» que en este caso debería venir en los manuales de dar espectáculo, de tocar y de todo… Mark cantando a medias con el publico eso de «Are We Not Men? We Are Devo», pantallas espectaculares mostrando el logo del grupo, los rídiculos bailes (sobre todo por la edad de los bailarines) de G. Casale, Bob 1 y Mark. Para colmo, se rasgaron las vestiduras amarillas y se transformaron en una especie de Brito Arceo americanizado, con rodilleras incluidas. De esta guisa, se enfrentaron al final del concierto a base de otros apreciados temas como «Smart Patrol» enlazada a la acelerada «Mr DNA» que fue el atisbo de que llegaba «Gates Of Steel» para cerrar.
Con el «DEVO Corporate Anthem» de fondo, la gente pidió más. Lógico, cuando uno había visto en apenas 50 minutos un despliegue de buen gusto, espectáculo y sonido perfecto como el que estos eternos jóvenes habían brindado. Urge recapacitar sobre la entrega de bandas de jovencitos de 20 años que se creen el culo del mundo cuando uno está ante cosas tan impactantes como una actuación de Devo. En fin, vamos a lo importante: los bises. «Freedom of Choice» con todo el mundo saltando era parada obligada para regocijo de todos. Al igual que el combo habitual de sus conciertos «Gut Feeling» con «Slap Your Mommy» que sonó a otra demostración de como pasar a lo largo de cinco minutos al publico de mirar anonadados a hacerse un pogo en condiciones. Para finalizar, Mark se largó del escenario, para invitar a Booji Boy a cantar el último tema. su estridente voz nos privó de un «Beautiful World» final a la altura que hubiéramos preferido tener con Mark en su sitio (a pesar de la gracia que hacía ver a un elemento básico en la carrera de la banda como la del chavalin).
Nos quedamos con ganas de mucho más, sobre todo de «Come Back Jonee», pero con todo y con eso la banda se hizo poco más de hora y cuarto de un nivel, potencia y ritmo realmente inigualable. Dicen que están fuera de forma, pero si hoy en día Devo decidiera sacar disco nuevo y retomar la carrera enseñarían a la mayoría de que va esto. Eso sí, hay que reconocerles que el fichaje de Josh Freese a la batería es una verdadera inyección de adrenalina y juventud que les viene de periilla.
Será quizás por que uno iba ya con la idea de lo que iba a pasar, pero sin duda lo de Devo en Londres fue uno de los mejores conciertos que un servidor ha visto jamás. Hay que repetir en el FIB, ¿No?