Curioso invento promocional el del Día Del Amigo, o al menos el del uso de este como reclamo festivo. De todos modos, todo lo que sea apoyar a bandas de la calidad de las que actuaban, ofreciendo esto encima gratis a la gente, pues será digno de aplausos.
Primero salieron a escena los madrileños Havalina, que supieron aprovechar como una virtud el sonido siempre con ecos de la sala Heineken. Siempre han sido una propuesta muy interesante, pero como ya dijimos en su paso por Universimad, el giro al rock pesado y sicodélico les ha sentado de maravilla. Vamos, una gozada verlos encima de un escenario sonando fuertes y duros aún manteniendo la vena alternativa/90s.
The Baltic Sea, de hecho, habrían gustado más a un servidor si hubieran tocado los primeros. Lo digo sobretodo porque si los ponemos al lado de Havalina – con las diferencias estilísticas obvias – nos damos cuenta que a su indie le falta un punto de fuerza y decisión. Al menos eso creemos de su concierto en la sala Heineken del otro día: correctos pero pueden terminar de rematar.
Annie B Sweet si que lleva mucho tiempo curtiéndose por todos los escenarios madrileños, y eso se nota. Quizás su concierto paso por inevitables momentos de aburrimiento dado una línea estilística bastante lineal y continuista como el suyo, pero podemos asegurar que ella y su banda (esta vez con un batería nuevo, César, que a decir verdad parecía más cómodo con el rollo folk que el The Joe K Plan) están ya muy cómodos juntos. Unos cuantos giros más a los estribillos y a las melodías pegadizas le vendría bien al resultado global, pero parece que ella ya va encontrando lo que quiere hacer.
Los que ya lo tienen claro son Delorean. Es indudable que se les ve mucho más convencidos de sus propias ideas tras bastantes cambios en una misma dirección, la del baile.
Su concierto, de hecho, estuvo centrado en ese dance-rollo noventero que presentaban en el reciente EP «Ayrton Senna», donde cada uno de los temas cumplió su cometido: «Seasun» como introducción al baile, «Deli» como beat rompepistas sin menospreciar a «Big Dipper» y a «Moonson» en absoluto. Todas cumplen su cometido. De las habituales «Metropolitan Death» y «As Time Breaks Off» ni hablamos, pura fiesta… Aunque de haber sido en fin de semana, que la gente tampoco bailó mucho…
Una de las virtudes del directo actual de la banda es la gran labor de su batería a la hora de ejecutar los ritmos enlatados con la mayor de las destrezas y viveza. Son cosas así las que marcan las diferencias, pero claro siempre añoraremos que hoy en día no quieran ni acordarse de su vena newwave, con moog, Devo y demás… Creo que le daría el punto extra de variedad a su directo.
Bueno, un día para los amigos y para los que podemos disfrutar de estilos musicales tan diversos como estos. Que haya muchos más así.