¡Qué buen precio y qué buena sala para ver a una banda que inevitablemente se nos ha hecho gigante! Los Coronas saben ya lo que es triunfar haya dónde van, ya sea en las fiestas de un pueblo o en el garito rockero mas sectario de la península… ¡Hasta por EEUU!
Y la verdad que sus razones son incontestables, ya no sólo centrándonos en que son la mejor banda de surf-rock que tenemos. Eso ya se queda corto, hay que hablar de una de las mejores de todo el mundo y de una banda de rock que siempre se muestra sensacional en vivo. Desde Loza haciendo uso de técnica y pegada a partes iguales a una dupla de guitarristas simplemente geniales. Hasta su nuevo trompetista ucraniano se muestra perfecto en sus labores.
Antes de que Los Coronas nos tiraran abajo con una de esas olas gigantes que ellos saben hacer, nos sorprendieron Arizona Baby con un concierto la mar de majo. Desde Valladolid supieron hacer revivir un disco como «Second To None», que el estudio definitivamente no supo captar la esencia de la banda. Y es que el aire entre hippie y polvoriento que despliegan su excepcional guitarrista como su percusionista aparentemente sacado de un Unplugged de la era grunge, tiene algo muy especial. Igual que la autentica cara dura y desparpajo de su cantante Javi. Sicodélicos y sureños a partes iguales, pero con un aire de pucelanos de pro para hacer que sus conciertos entren aún mejor. Para no perdérselos en otra ocasión.
A Los Coronas – dejándo aparte un repertorio que importa bien poco a estas alturas y del que he de destacar a título personal los clásicos «Go Kato Go» y «Supertubos» – simplemente queda decir que su directo es incontestable. Sonrojante para cualquier banda del palo. Será por los años juntos, será porque nunca han tenido miedo de ir avanzando con sus canciones o será simplemente que son muy buenos, pero es cierto que Moby Dick quedó enmudecida. Todo parecía que iba a ser una olla a presión fruto del sold out poco meritorio (¿Con las entradas a ocho euros como no van a llenar estos chicos?), pero en realidad la cosa terminó quedándose en contemplación de todo el público y en aplausos por doquier.
Precisión casi absoluta, ganancia cada vez mas abrumadora en matices, buen humor, solvencia a la hora de improvisar y… Y eso, que son muy grandes ya…