Noche de reyes animosa la que vivimos los que nos acercamos al Café La Palma a ver a estos chavales de Madrid. Porque si algo tenemos claro es que esta banda va yendo a mas con cada concierto que hemos podido ver. Es como que su personalidad cada vez se va abriendo a un camino más claro y mas suyo. Un sonido y unas maneras propias, vaya.
Cohete son como son. Te hacen moverte tímidamente, como ellos mismos bailan. Su música te transmite buen rollo al instante, aunque en la canción estén hablando de matrimonios estancados o de cambios en la vida. Son ese trasfondo que saca lo mejor de ti (y de ellos), aún viendo un montón de pegas (también de ellos, que el escenario de La Palma no es de fácil movilidad pero algo mas de pegada y de garra podría venir bien a su directo).
Sin duda uno de esos puntos a favor que marca diferencias es lo de poder verlos con trombón y trompeta, como en esta ocasión. Es vital para el sonido de Cohete, porque sin ello hay muchos momentos de temas bien redondos como «Mi Corbata» o «Matrimonio» bajan unos cuantos puntos. Otros como «Petri», «El Club Cocina» o sobre todo la grandiosa «A Veces No Hay Que Pensarlo Tanto» que habla por si sola en disco y en vivo.
Unos teloneros habrían venido bien aún siendo cierto que era noche de no trasnochar, pero esperamos que este Cohete pueda seguir volando alto.