/Crónicas///

Blind Melon – Madrid (11/11/2012)

Christopher Thorn, Rogers Stevens, Brad Smith, Glenn Graham, Travis Warren
8.8
Joy Eslava, Casi lleno
Precio: 25 € aprox.

Galaxie
2×4
Sleepyhouse
Paper Scratcher
Drive
Skinned
I Wonder
Walk
Mouthfull of Cavities
For My Friends
Wilt
Soup
No Rain (Ripped away)
No Rain
Toes Across The Floor
Soak The Sin

I Won’t Be The Same (versión de Abandon Jalopy)
Change
Time
The Pusher

Es complicado adivinar en que lugar estarían ahora mismo Blind Melon si su malogrado líder Shannon Hoon no hubiera abusado de las drogas a mediados de los noventa. Quizás ahora estaríamos hablando de un supuesto tercer disco que los habría mantenido en lo alto del éxito o quizás el condicional nos habría puesto una ristra de discos posteriores lejos de la calidad de los dos discos de estudio que consiguieron editar.

El caso es que después de veinte años de la publicación de ese primer disco que los puso en boca de todo el mundillo alternativo, sobre todo allá en EEUU, vuelven a España con  su nuevo cantante y con muchas ganas de celebrar cumpleaños. Porque si algo hay que aplaudir de esta gira de aniversario es eso, que todo esto debía ser y fue una verdadera conmemoración a las canciones de la banda y a ese pequeño gran genio que era Hoon. Mostraron siempre el máximo respeto al que no está, siempre desde la cercanía con su público y siempre con más ganas que cualquier otra banda de jovencitos.

Antes de que aparecieran en escena abrió el show Jonny Kaplan, sin sus Lazy Stars, con un repertorio muy aburrido para ejercer de telonero con un set formado por él, su guitarra y el notable aire fresco que supuso una breve colaboración de su colega Brad Smith de Blind Melon. No vamos a dudar de Kaplan ahora mismo, pues su historial de discos y conciertos habla por si sólo, pero en su labor de telonero deja mucho que desear, salvo que hayas buceado mucho en su discografía o seas seguidor del folk más minimalista.

Por suerte Blind Melon no se hicieron rogar demasiado y atacaron con algunas de sus perlas más intrépidas a las primeras de cambio. Por ejemplo eligieron comenzar con «Galaxie» unida a «2×4», algo que suponemos todos coincidimos en que es el mejor inicio posible para un concierto de los angelinos. Travis Warren mantuvo muy bien el tipo, aunque a simple vista pareciera que su forma (física y vocal) no iba a estar a la altura, sobre todo tras esas dudas que nos sembró el hecho de ser despedido hace un par de años por los excesos y por no cuidar mucho de su voz. Es injusto comparar esta gira con aquel concierto mágico que dieron en Azkena Rock Festival 2008, cuando nadie daba un duro por la reunión por sorpresa de la banda ni por un desconocido Warren que se destapó como el recambio idóneo para un Hoon (salvando las distancias, claro), pero el de Madrid fue un concierto muy a la altura de aquello. Lejos quedaron los problemas que parecieron tener con la alineación en Santiago, dónde Christopher Thorn fue baja por enfermedad y dónde parece que Travis no tuvo buena noche con su voz, esto último quizás motivo que su voz sonase ligeramente más baja de volumen mientras el resto de componentes de la banda sonaban perfectamente nítidos aunque no se le puede poner ninguna pega.

Así fueron cayendo todos y cada uno de los temas que cabía esperar, centrados claro en los dos primeros discos de la banda y apenas un recuerdo leve a su reciente «For My Friends» con el tema de idéntico título. Los grandes momentos de su lado más emotivo podrían venir claramente en los momentos de lagrimas de una «Change» impecable, una «No Rain» que contó con la versión psicodélica de la misma como introducción (la que viene en «Nico») unida a la versión clásica de la misma, las inolvidables armonías de «Walk» , una sorprendentemente enorme versión de «Soup» y una buena «Mouthfull of Cavities» a pesar de la pérdida en el juego de voces. En el apartado más movido, claramente «Paper Scratcher» y «Soak The Sin» para cerrar el set normal como temas del debut junto a «Wilt» y una coreadísima «Toes Across the Floor» de «Soup»

Warren se lanzó al publico tres veces, abrazó a las primeras filas y trató con cariño a todos y cada uno de los asistentes, incluida la propia madre de Shannon Hoon. No menos encantador estuvo Brad Smith con su eterna sonrisa, incluso arrancándose con su pequeño homenaje al fallecido líder interpretando «I Won’t Be The Same» como primer tema de los bises, de su proyecto en solitario Abandon Jalopy. Las sonrisas y los aplausos terminaron apoderándose del final del concierto con una «The Pusher» brillante, justo cuando resonaba una noche más el «The End» de The Doors. ¿Será esta la última vez que podremos disfrutar de ellos en vivo? Pues según han comentado regresan este verano, lo que no sabemos es si va a ser como homenaje a la historia de la banda o a seguir adelante con nuevo material.

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11 de noviembre de 2012