Supongo que ya no sorprenderá a nadie, pero a un servidor sigue pareciéndole raro esto de ir a la presentación del debut discográfico de una banda y que el único formato posible para adquirirlo sea una cinta de cassette. No será por romanticismo, claro, porque si hubo un soporte que fue clave en mi propio devenir musical esa fue la cinta y esa libertad que nos daba el grabar encima una y otra vez. Pero si, Afilador presentaba su cinta de cassette de la mano de los sellos El Morro de Alf y Chingaste la Confianza. En pleno 2016. Y la respuesta del público fue llenar la siempre peculiar sala Wurlitzer Ballroom, que por otro lado parece ser quién se va beneficiar de los cambios de gerencia en Rock Palace.
El triple cartel comenzaba por todo lo alto con Rollercoaster Kills, banda que siempre ha encontrado buenas palabras en nuestras publicaciones y que parecen abonados a ellas todavía una vez más. El sonido del Wurlitzer Ballroom les vino al pelo (de hecho, a las tres bandas) y consiguió mantener a partes iguales la pegada de sus raíces punk-rock y las melodías a dos voces plagadas de puro noventerismo bien hecho. No se han prodigado tanto desde que saliera su reciente «Life Sweet Gross», así que se veía bastante expectación, a lo que respondieron uniendo una tras otra como la arrolladora banda que son. Se nos ocurren pocas pegas que ponerles, solo que podríamos haberles visto tocar un ratito más la mar de a gusto.
Después vinieron Sudor coincidiendo con el momento de más público frente al pequeño escenario de la céntrica sala madrileña. Personalmente mi acercamiento previo a la banda de Toledo había sido algo dubitativo, ya que en su trabajo de estudio precisamente me costaba sacar especial virtud a su punk rock acelerado de toda la vida, pero hay que reconocer que en directo su propuesta es donde el asunto adquiere sentido. Sin perder el tiempo también fueron uniendo temas de pura energía punk, sin inventos y sin miramientos. Y me fui a casa entendiendo mucho mejor porque se habla tan bien de ellos y de su directo.
El cierre de la jornada con Afilador era complicado, sobre todo para ellos. Ellos eran la banda con menos trayectoria de las tres, aunque si repasamos los currículos de todas las bandas previas de sus miembros (y las paralelas) creo que ganarían por goleada. La cuestión es que «LP», curiosamente titulado con las siglas de un formato en el que no ha salido el trabajo discográfico, era el principal motivo de celebración del evento. Los temas de Afilador llevaban ya bastante tiempo pululando por los escenarios de Madrid, así que el mero hecho de poder tenerlos ya en un mismo artefacto sonoro es algo digno de ser celebrado.
De nuevo el sonido de la sala estuvo a la altura de las circunstancias, con cierta limpieza en guitarras y bajos (para ser el Wurli) que otras veces no tuvieron, pero aún con ese olor a suciedad que tan bien les encaja a la banda. Su directo aún así nos dejó claro que con cada ocasión en vivo parecen demostrar mucha más amplitud de miras, sirve de ejemplo «Valiente» o «Silencio» que hasta podríamos decir son casi sus hits particulares. La rabiosa y vertiginosa aportación de Héctor (antiguo miembro de Gone With The Pain, Trono de Sangre, y ahora en Juanita y los Feos…) con las guitarras y voces encaja de la mejor manera posible con los ritmos más primarios de Adolfo (también miembro de Juanita y los Feos) a la batería y Nacho (miembro de Aerobitch y Muletrain). Puede sonar a que no han inventado nada, pero por alguna razón el sonido de los tres encaja de manera especial. Y que este matrimonio dure mucho tiempo, ¡y muchas cassettes!
