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Temples – Sun Structures

Temples - Sun Structures portada
Heavenly, 2014
Productor: James Bagshaw
Banda: James Edward Bagshaw, Thomas Edison Warmsley, Sam Toms, Adam Smith

Géneros: , , ,

7.3

De los tiempos del «todo está inventado» y del «ya sólo nos quedan los refritos» llega un nuevo capítulo, directamente importado desde esas islas británicas tan ávidas de encumbrar bandas nuevas como de lanzarlas por un precipicio a las primeras de cambio.

El caso de Temples es el de la típica banda joven que no inventa nada, pero que ciertamente junta en un disco una colección de canciones que convence a cualquiera (en este caso a cualquiera con gusto psicodélico). Se compara mucho este «Sun Structures» con lo que significó el debut discográfico de unos Tame Impala que si decidieron innovar mucho más la psicodelia sesentera, pero en realidad estos jovencitos británicos no parecen tener intención alguna de separarse en nada de los patrones de clásicos como The Byrds, de Love, de Donovan, de The Animals o de los Beatles más psicotrópicos. Ese riff que parece robado directamente del «Feel A Whole Lot Better» de The Byrds con el que abren el álbum (y ese hit instantáneo que es «Shelter Song») dicen todo lo que quieren decir: no han venido a salvar el rock pero sí han venido con una mochila llena de canciones redondas para el que las quiera disfrutar.

Así «The Golden Throne» o «Send Dance» se adentran en ciertos recuerdos ensoñadoramente orientales, mientras que el pop limpio aparece también en «The Guesser» y en una genial «Keep In The Dark». En el otro lado estilístico aparecen también temas plagados de guitarras más pesadas como las de una «A Question Isn’t Answered» que bien podría haber sido firmada por los últimos y más amables Queens Of The Stone Age. Destacamos sobre todo la voz peculiarmente aguda de James, pero también un sensacional trabajo de teclas de la mano de Adam Smith (farfisa incluida).

Y después de enumerar sus virudes, sobra decir que lo que estos chicos hacen en el año 2014 no es más que reaprovechar lo que tantas y tantas bandas hicieron en los años sesenta en los Estados Unidos, aportando nada o casi nada nuevo. Una buena colección de canciones aún así, pero ¿quién va a preferir este disco al «Mr. Tambourine Man» de The Byrds? Espero que nadie.

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1 de enero de 2014