/Reseñas///

Neila – Danza de Nieblas

Neila - Danza de Nieblas portada
Odio Sonoro. Miusichole, 2009
Productor: Autoproducido
Banda: Alberto, Txape, Guru, Cuper, Caba

Géneros: ,

8.2

Tiempo llevan Neila cumpliendo en conciertos por Bilbao y alrededores como una de las bandas de post-metal -o como quiera llamársele- más contundentes y profundas dentro de su oscuridad y gravedad. Dos EPs/maquetas avalan su evolución hacia convertirse en la colosal máquina de riffs y alaridos guturales que son hoy en día. Este «Danza de Nieblas», su primer largo, les retrata a la perfección como tal.

Unos lentos y espaciados riffs de escuela sabbathica abren «From Hell I», que se entona con una diabólica batería y sutiles sintetizadores que derivan en lenta pero contundente y excitante progresión hacia un intenso final en la onda del post-rock más negro, donde hacen acto de presencia unos gritos que parecen salir de los árboles y las piedras, aunque en el caso de Neila de donde suelen salir es de uno de sus tres miembros que vociferan ininteligibles letras en castellano e inglés. Suerte del libreto para darnos cuenta de que no podrían ir más a tono con su música.

«Bajo el Sol» entra pronto en otro frenético pulso repetitivo entre guitarras y base rítmica en una caída libre acompañada por las voces y momentáneamente frenada con atmósferas y juegos de guitarra muy elegantes que hay que desenterrar entre el a priori impenetrable armazón. En general la tónica está ahí, la banda combina con maestría la crudeza y recargada desolación del sludge con atmósferas y recodos cristalinos, como arroyos que corren entre las montañas para volverse a adentrar en escarpadas cuevas donde habitan desconocidas bestias e incluso seres mitológicos.

Por esos vaivenes está marcada también «Amanece» aunque sus aires más veloces aunque contenidos parece que vayan a hacerla salirse de lo suyo para acabar en los terrenos del hardcore, para después entablar algo más que coqueteos con el rock progresivo, lo que provoca un final más épico que el que muchas bandas de heavy metal sueñan conseguir. En «Odisea» por contra van directos al meollo, ruido y voz cazallera por delante, para encontrarse con el clima tranquilo más adelante y una parte final muy cálida por superposición de atmósferas.

Poco nos va quedando ya que definir de su colisión de sonidos metálicos y bellos pasajes ambientales y post-rockeros y no quiero caer en el error de que parezca que todas las canciones ofrecen los mismos ingredientes, que es algo totalmente cierto a la vez que completamente falso. La más corta «From Hell II», que suponemos que se vincula con la I por ser oncebida aquella como apertura y esta como interludio, aunque ya digo que es una canción como tal, con prácticamente todas las variaciones que admite el género a nivel instrumental y con los sintes creando auras de divinidad.

En «Como Serpientes», una rota voz aunque sepultada entre la maníaca apisonadora instrumental, se atreve a protagonizar más de lo normal la canción, siendo probablemente el corte que más merezca la etiqueta sludge metal y aún con todo siendo capaces de parar la maquinaria creando pasajes hechizados a lo Isis. Además este tema parece contar con una letra más contestataria, lo que la distingue en este apartado del resto.

Se despiden con 11 minutos de corte homónimo, donde caben sus clásicos riffs abrasivos y también escalonados al ritmo de la batería, sus voces primitivas, sus bajo sólido y atronador, y sus remansos instrumentales más delicados y preciosistas. El final marcado por un clima melódico muy «post» y lentos e insistentes golpes rítmicos pone una clausura por todo lo alto, adornada por esos frágiles teclados.

Con «Danza de Nieblas» Neila han tocado un techo estilístico. No sabemos si será el definitivo, pero desde luego con la solidez de los años, con la apabullante fuerza de la producción y la incorporación de atmósferas electrónicas se sitúan en una alta liga que tristemente no les sacará de tocar ante el mismo reducido público de siempre. Por ello esperamos que se les abran definitivamente las puertas del resto del estado y de Europa, donde a buen seguro su propuesta encontrará fieles entre los seguidores de Neurosis, Ira o Cult of Luna.

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1 de enero de 2009