/Reseñas///

Jack and the Bearded Fishermen – Places to Hide

Jack and the Bearded Fishermen - Places to Hide portada
Impure Muzik, 2011
Productor: Serge Morattel

Géneros: , , ,

7.1

Jack and the bearded fishermen son comenzando con ese nombre una banda atípica. Pese a las referencias al vello facial nos los imaginaríamos más haciendo folk indie que la mezcla de sludge, rock alternativo y stoner que practican. La banda bebe mucho de la estela de bandas como Torche, Kylesa y a su vez, de los referentes de estas bandas, pero tal vez la sorpresa la den destellos vocales poco aceptados en el género, melódicos que aunque no abundan, recuerdan a bandas de metal de las que triunfaban en los últimos 90.

En «Scenario» ya nos sorprenden fusionando las guitarras y el tono oscuro de las bandas de la escena de Georgia con una voz y melodías más templadas, si bien la mezcla se decanta por esa oscuridad con tono psicodélico, más actual. En «Roam Until the End» continúa este fragil equilibrio, pues un riff triunfante se introduce en una canción de aires post-grunge y progresivos, también al borde del post-metal.

Llega después «Closed» con un riff melódico muy a los primeros Torche que desemboca en un estribillo más propio de uno de Korn. Y más adelante llegará su prima «Hands Up Old Man» que vuelve a beber mucho del estilo de Steve Brooks alternando riffs rocosos y melodías de una forma más obsesiva. No siempre los guiños a este tipo de sonidos salen bien, como es el caso de «42 Minutes Later» que, pese a sus psicodélicos teclados resulta mayormente anodino, como un descarte de Kylesa. Mejor resulta «DF Code» con unos aires más post-hardcore, de velocidad punk alternada con aires setenteros.

En «Beginner» se entregan a las bondades del rock más psicodélico, acercándose al trance stoner. Y es que los viajes protagonizan gran parte del disco. En la intrigante «Between the Ghosts» resuenan los viajes más distorsionados de QOTSA y hasta algo del tono irreal de Fantômas entre melodía fúnebre puramente Black Sabbath. «Invisible Song» prolonga esta fantasmagórica presencia instrumental con melodías de guitarra que afloran entre la sólida gravedad rítmica. Y «Places to Hide» despide el disco llevándonos a golpe de baqueta hacia la corriente de sus riffs.

En estos tiempos en que autenticidad y pose se confunden, es valiente la propuesta de Jack and the Bearded Fishermen y su cruce de sonidos de metal sin ceñirse a las reglas de un subgénero determinado. No es que estén en posición de despuntar en cuanto a originalidad, pero con unas influencias asimiladas que no mimetizadas como las suyas, quién sabe en que momento pueden ejecutar una jugada maestra.

Contenido relacionado

No se han encontrado entradas.
1 de enero de 2011