/Crónicas///

Tigres Leones – Bilbao (26/04/2013)

8.0
Azkena, 30-50 personas
Precio: 6 €

Los compañeros de DOD Magazine celebraban una fiesta en la Azkena y juntaban a tres grupos a priori muy atractivos por tan sólo 6 euros. Los locales Señores, que se consagran concierto a concierto, ejercían de anfitriones para la visita de dos bandas del más que interesante sello emergente madrileño Sonido Muchacho.

Primero fueron Juventud Juché los que, ante apenas una treintena de personas comenzaron a mostrar su música en forma de descargas punk-rock. Porque puede que lo del trío sea algo más estudioso, «arty» o gafapasta, llamémoslo como queramos, pero suena eminentemente a punk, más en directo. Si acaso fueron derivando hacia los terrenos más rítmicos del post-punk, completando un concierto raudo, estridente y sin concesiones, ante un público como decimos escaso y tampoco demasiado receptivo, uno de los lastres de la noche. Pero a ellos se les vio pasarlo bien y eso siempre se acaba transmitiendo.

Esto se notó quizá más con Señores, que ya han dado algún que otro concierto en bastante comunión con un público que hasta corea sus canciones. No fue precisamente el caso de esta noche, en la que incluso la banda tuvo que hacer algún jocoso comentario sobre si la gente estaba viva por ahí abajo. Esto no quiere decir que no ofrecieran un bolo a su nivel habitual e incluso diría que de los que mejor les hemos visto en cuanto a entrega. Son una máquina muy bien engrasada de pop-punk ruidoso con un cancionero ya bastante lustroso en sólo dos EPs y ahora se despiden un tiempo de los escenarios para grabar disco. Así que veremos si superan la prueba del largo porque proyección les sobra.

Y por fin culminarían los madrileños Tigres Leones, banda que desde sus primeros pasos me han suscitado bastante curiosidad, con esa personal mezcla de pop garajero e indie-rock psicodélico de letras en castellano. Se presentaron en formato trío y ofrecieron sus canciones de baile envenenado y muy eléctrico, con temas sobre todo de su largo «Mucho Espirito» en cuyo ecuador intercalaron las dos caras de su single «Arder/Bailar». Sin embargo, quizá el ambiente desangelado de la sala, con ellos ya más vacía o por lo menos con la gente más dispersa por la sala, dio una sensación de que sus intentos no cuajaron.

Lo cierto es que Azkena era una plaza demasiado ambiciosa para una fiesta con tres grupos dedicados a un indie-rock, en sentido abierto, que por estos lares no triunfa demasiado (tengamos como referencia que aquí tocaron los titanes del género ahora mismo, Triángulo de Amor Bizarro, que ellos sí, finalmente consiguieron llenar). Pero lo cierto es también que la escasez de salas de pequeño aforo en Bilbao es patente, de modo que esto no es ni mucho menos una queja, sólo una observación que hacer a una iniciativa digna de aplauso.

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26 de abril de 2013