/Crónicas///

El Sábado era el día ‘grande’ del Monkey, con ya todos los bares y espacios adscritos funcionando como escenarios y solapes entre la sala Mucho Teatro y el Teatro Muñoz Seca. Así lo vivimos:

 

DEAMBULANDO POR LOS SHOWCASES

Amanecimos con un agradecido sol sobre la frente, que no presagiaba la tormenta que caería por la noche, en el escenario abierto al aire libre de la Plaza Alfonso X, situado junto al imponente Castillo de San Marcos. Allí tocaron Nunatak, banda de indie folk que animó el panorama cuando cambiaron de registro y versionaron el “Ring of Fire” de Johnny Cash. Siguieron en el mismo espacio Oh, Trikelians!, grupo que se mueve entre lo experimental y terrenos más habituales del indie y que dio paso al break para comer.

Para la sobremesa optamos por El Cielo de la Cayetana. O mucha gente no sabía aún que Acuario es el alias bajo el que se esconde Leo Nudozurdo en solitario o las cinco de la tarde sigue siendo una hora difícil en general. El caso es que apenas un puñado de personas le vimos tocar los temas de su debut “Cassete para los niños”, acompañado solo de guitarra y portátil. A pesar de contar ya con buenos temas como “Fantasmas” o “Desconocida en un tren”, lo estático de la propuesta impidió que pasará más allá de la anécdota.

Marchamos luego a la sala Gold a ver el intensísimo y cortísimo bolo de La Moto de Fernan. Apenas veinte minutos de urgencia punk a base de guitarra y batería durante los que no nos dio tiempo a reaccionar y que acabó con su frontman en el suelo. Contra esta intensidad, contrastó muchísimo lo relajado del concierto de Ricardo Vicente en la justo enfrente sala Milkwaukee, al que contribuyó el ambiente castizo de su entrañable patio de entrada.

 

ESPERANDO LA TORMENTA

Tras haber gestionado el pase durante la mañana, pudimos acceder al misterioso Secret Show de Estrella Galicia escondido, como no, en unas bodegas. Nos recibió Florent pinchando para dar paso seguidamente a un encantador showcase de Maika Makovski, que arrebató a todo el mundo incluso cantando en macedonio. Lamentablemente no pudimos quedarnos a los recitales de Jero Romero y Sr. Chinarro porque el festival continuaba en otras localizaciones.

El escenario Jägermeister Showcase fue el más perjudicado por la lluvia. De su ubicación privilegiada en el Muelle del Vapor pasó a ocupar un salón en la biblioteca Alfonso X sin ningún tipo de acondicionamiento acústico. A Jupiter Lion se les vio sufrir por esto y por no dejarles probar sonido, cosa de la que se quejaron públicamente al terminar, por lo que su kraut psicodélico sideral no llegó a volar como debía. Una auténtica lástima en general para uno de los escenarios con programación más arriesgada e interesante.

Tras resguardarnos de un tremendo aguacero que aprovechamos para cenar, abrimos la programación de esa noche en Mucho Teatro con Ginferno, los cuales se despedían por primera vez (lo harían de nuevo al día siguiente en las Bodegas) tras casi dos décadas de trayectoria. Rock, jazz, experimentación… diversos estilos se dieron cita, como de costumbre, en el show de los madrileños, en el que volvieron a destacar las contorsiones de Kim Warsen al frente y la aparición hacia mitad del set de Los Saxos del Averno. Los echaremos de menos. A la salida, nos encontramos con un espontáneo ‘concierto’ de Íñigo Cabezafuego y otros en plena calle, puro espíritu Monkey Week.

 

DE CROONERS, CHUCHOS Y UNICORNIOS

Inauguramos el exclusivo Teatro Muñoz Seca con la actuación de Forest Swords. El proyecto de Matthew Barnes, ampliado a dúo con la incorporación de un guitarrista, configuró un directo basado únicamente en la música y las imágenes proyectadas en el fondo del escenario. Una experiencia quizá demasiado ambiental y envolvente en una hora demasiado tardía para los que sólo quisieran fiesta, pero que satisfizo a todo aquellos que buscábamos algo diferente y, sobre todo, un buen sonido.

Dorian Wood siguió en el mismo escenario. El californiano de raíces latinas llamó la atención ya sólo con su amplia constitución y su camiseta que rezaba sin complejos ‘MARICÓN’, pero su espectáculo no quedó ni mucho menos en eso. Se reveló como un auténtico crooner, con gestos de sufrimiento ya fuera cantando o tocando a la vez el piano, en un concierto de tono grave y tenso con momentos de distensión cuando se dirigía en castellano a la audiencia. Contó con una banda a la altura, con Marcos Junquera a la batería y otros ilustres valencianos, que le ayudaron a salir triunfante. Personaje curioso donde los haya.

Tras salir del Muñoz Seca pillamos a Perro en la Mucho Teatro que literalmente se estaban dando un baño de masas. Ante el mayor lleno que un servidor vio en el festival, la banda murciana disparaba sin compasión y ante jolgorio general los temas de su debut, como las desquiciantes “Marlotina” y “Paco Fiestas”. ¿Los ganadores de Monkey Week 2014? A nivel popular al menos, claramente. Continuaron y cerraron la jornada en perfecta continuidad sus colegas de Unicornibot, ya ante los ‘valientes’ que aguantaban pasadas las cuatro de la mañana. Bastó un minuto de su rock matemático y preciso para quitarnos el cansancio y darle motivos a los más perjudicados por ciertas sustancias para poner en aprietos a los seguratas que no pintaban nada al pie de escenario. Concierto algo bizarro, pero ganador como siempre por parte de los gallegos. Arrastrándonos nos fuimos a la cama, que aún quedaba el domingo…

 

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11 de octubre de 2014