/Crónicas///

Bilbao Live Festival – Bilbao (15/07/2006)

8.6
Kobetamendi, Lleno
Precio: 50 € / 100 €
Géneros: , ,

El tercer día comenzaba con una mala noticia. Tricky, una de las últimas incorporaciones al cartel, no había podido salir de Estados Unidos por problemas con su visado, teniendo que suspender por tanto su actuación tanto aquí como en el Natural Music almeriense. Así que la jornada ya no prometía nada de trip-hop pero sí mucho indie y música más comercial de la que suele poblar estos festivales.

Abrieron los Zodiacs en formato trío que se encontraron con un público generoso, ya notándose que era sábado. Y más público que tenían que haber tenido, ya que si entre los asistentes (gran parte allí para ver a Calamaro y Rot) había seguidores de Tequila, bien habrían hecho en prestar atención al rock vitaminado y en castellano de estos getxotarras afincados en Madrid. temas como «Golpe de Calor», «Chica Normal», «Estimulantes», o su versión del «Substitute» de los Who, nos hicieron una buena digestión incluso a quienes no conocíamos nada de ellos. Yo, como el cantante bien dijo, estaba esperando encontrarme con una de mis bandas de adolescencia, sus paisanos y amigos El Inquilino Comunista.

Pero antes tocaba otra banda de curioso nombre; El Columpio Asesino, unos terroristas del indie navarro que repasaron su lascivo cancionero de manos de su vocalista/batería ante un público conocedor de su propuesta. Con las letras más reconocibles que en sus dos discos, escuchamos sus temas más directos como «¡Ahah…!», «Lucas 44-48», «El Regreso del Evangelista», «Edad Legal», «Ye Ye Yee», la surrealista (si, más aún) versión del «Vamos» de los Pixies o «Floto». Anorexias, perros, sexo, evangelistas… nos sumergieron en su espiral lisérgica y decadente. Y nosotros nos dejamos llevar.

De vuelta al escenario principal a coger primera fila para vivir la reunión del cuarteto que más hizo por el indie-rock nacional. Hacía poco había reeditado toda su discografía en la caja de triple CD Dogbox y habían dado un par de shows en Madrid Y Barcelona junto a Devendra Banhart para unas fiestas aniversario de Caroline, pero aún no se habían encontrado con los suyos en Bilbao. El Inquilino Comunista se merecía por derecho propio un sitio en el BLF. Esto ya era así sólo por nostalgia.

La cita prometía y no defraudaron. Más creciditos pero sorprendentemente compactos, rabiosos, frescos y rasgando guitarras como animales. Los años no han pasado y así lo atestiguaron la validez de los temas que encadenaron en un alarde de complicidad con el público, entre el cual unos cuantos lo vivimos como realmente único. No faltaron himnos como «Wild Life», «Brains Collapse», «Domestic Lies», «The Fall» o «Pastis 91». Para mi fue el concierto de la jornada, de lejos. Se permitieron una versión de Dylan amoldada a su estilo y una brutal «TV Eye» (Stooges) que insertaron dentro de «The Gag» para finalizar encendiendo al público más si cabe. Ojala sea el comienzo de una nueva etapa.

Después momento de los veteranos. Como Tricky suspendió se reestructuró el tema y les tocó a Pretenders. En mi opinión sosos, un concierto apto para antiguos fans como demostraba el predominio de público de edades avanzadas y para quien esperase escuchar los deslucidos singles de los últimos años, que serían los menos. Al menos Chrissie Hynde le puso coraje con su «for all of you who like bullfighting, fuck off» en estas fechas tan sanfermineras.

Por arte de magia el recinto se masificó de mala manera con Calamaro y Ariel Rot y las caras de ilusión iluminaban el ambiente, ya caldeado por el alcohol, todo hay que decirlo. Aquí se encontraba público de casi todo tipo, alguno bastante impropio de un festival de rock, para ver esta especie de reunión de Los Rodriguez sin utilizar su nombre. Pero en el transcurso del concierto se escucharon unos cuantos temas de Calamaro, uno de Rot e incluso algo de Tequila, aunque la gente esperaba temas como «Sin Documentos», «Milonga del marinero y el capitán» o «Mucho Mejor», los cuales fueron coreados sin tregua.

Con el recinto lleno como no imaginábamos el viernes y menos aún el jueves, sólo algunos nos desplazamos a ver a Planetas, mientras otros se quedarían apalancados donde luego actuarían Placebo, los únicos cabezas de cartel por cierto, que accedieron a dar rueda de prensa. Los Planetas estaban previstos para la tarde pero el tema de Tricky hizo que se les recolocara de noche, lo cual estuvo bien dado el fanatismo que desatan. En las primeras filas un público muy joven, en su mayoría femenino que coreaba las letras de J palabra por palabra, hasta el punto de hacer difícil distinguir la voz del propio cantante. Repasaron sus hits y tocaron 2 o 3 nuevos temas que anunciaron que pronto estarían en su página web. Uno que no es muy fan encontró ausencias como el “¿Que Puedo Hacer?” o “Pesadilla en el Parque de Atracciones” que supongo que serán habituales.

Pero para ausencias Placebo. Solventes, dominando el escenario, profesionales, etc. pero demasiado seguros de si mismos tal vez. El setlist fue una pequeña broma en la que tocaron como ocho o nueve temas de su último disco, dejándose en el tintero singles tan necesarios como “Pure Morning”, “Slave to the Wage”, “Bruise Pristine”, “Taste In Men”, “You Don´t Care About Us”, “Brickshit House”… un despropósito de elección que manchó un concierto magistral en los demás aspectos. No me parece un setlist acertado para un concierto en sala y menos aún para un festival tan heterogéneo. Con todo, fue un concierto de altura.

Y como colofón los franceses rinôcerôse, ya conocidos de Bilbao, que actuaron a las 3:00 de la madrugada y tuvieron que quedar asombrados al ver la imagen del recinto completamente abarrotado. Quizá por eso se aplicaron al máximo haciendo un auténtico fin de fiesta con su house de guitarras, esta vez más concreto gracias a la inclusión de voces y el sonido más funk y disco de su último álbum, pero manteniendo momentos verdaderamente «pastis» con la gente sacando la faceta hooligan. De todas formas, a esas horas, con la ingesta de alcohol y lo que no es alcohol, es difícil saber cuanto del éxito de esta actuación se debió a la pareja de psicólogos discotequeros y cuanto a la predisposición del público.

Por tanto notable saldo en lo musical, tal vez acusando un carácter demasiado heterogéneo y rozando la música comercial. Y sobresaliente en lo extramusical con una organización impecable sobre todo para ser el primer año y en especial dadas las complicaciones en materia logística de celebrar un festival en el monte con tal flujo de asistentes. Escasas colas en los baños, zona de acampada bien organizada, un amplio recinto con más verdor al que estamos acostumbrados en los festivales españoles, puntualidad salvo contadas excepciones (Axl no falla) y tan sólo una baja por causas ajenas tanto al artista como al festival. Un comienzo más que lustroso que puede sacar a la ciudad del ostracismo musical que vive desde hace años.

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15 de julio de 2006