Carlos Ortega Reguilón, natural de Lanzarote y afincado en Madrid desde 1995 ha pasado por bandas de diverso caracter independiente como Unban Sun, Hipsters, Flesh o Cotton. Tras llegar estos últimos a cierta popularidad tras telonear a Los Planetas o Deluxe, deciden separarse para tomar diferentes caminos musicales. A raíz de esto nace Zürich y este disco, Lastcall, primera referencia de Star Fishermen, sello subsidiario de una importante discografica independiente de nuestro país.
Zürich compone su música de retazos del mejor pop de los 60 cuyo reflejo tuvo lugar en los 90, como demuestran la retahila de nombres que pueden suscitar en el oyente los 11 cortes del disco. Por ejemplo, Lisi´s Friendship abre el disco a modo de deliciosa canción de power-pop. Y es que artistas como los Foo Fighters más melódicos y especialmente Teenage Fanclub son fácilmente discernibles en sus influencias. Estos retazos de indie pop luminoso deudor de los Beach Boys asoman también en Last One To Return.
Floating bebe de los preciosistas Radiohead era «The Bends» y más ecos de los de Oxford encontramos en la música de Take Me o en la delicada Before The Rain, que también asoma a los parámetros de bandas como Mercury Rev. Notable influencia en el disco es también Jeff Buckley al que rinde tributo en el último corte del disco, Gone With The River (Grace), («You have gone with the river, gone with the rain, but I´m glad you left us your grace») en el que se hace clara alusión a las circunstancias de su muerte y a la magia del único disco que nos legó.
Angel es un tema que Travis entonarían con mucho gusto, pop melancólico con aires folkies, todo muy británico, una denominación de origen como no podía ser de otra forma en un disco que es ante todo pop en su acepción más clásica. De hecho tan sólo hay una incursión en el castellano, Un Segundo, una de las cumbres del disco por cierto, en la que no dejan de recordar a la faceta baladística de Oasis, con toda la carga épica que ello supone.
Es por tanto Zürich un «nuevo» artista en el panorama del pop nacional que, si las cosas funcionasen como en Reino Unido, ya gozaría de una cierta popularidad e incluso estaríamos viendo los videos de turno casi a diario. Desafortunadamente no es así y lo que en otras partes es pop sin más, aquí se convierte irremediablemente en indie. Muy apto para seguidores de Deluxe o Sunday Drivers, por ejemplo.