En pleno 2003, los hypes inundan el panorama mundial. Y para colmo los hypes que a principios del 2000 sacaron sus excelentes debuts tenian que demostrar de que pie cojeaban. The Strokes con «Room On Fire» cumplieron aunque cambiando mucho de estilo, The White Stripes triunfaban más si cabe con «Elephant» que con su debut (sobre todo gracias a «Seven Nation Army») y otros más en la sombra como Black Rebel Motorcycle Club llegaron hasta puesto 3 en la lista de discos de UK. Esas bandas que habian maravillado y sorprendido se habian convertido en enormes maquinas de mover gente y dinero. Algo nuevo tenia que salir despues de aquello y si no habia una nueva generación de bandas alternativas/indie, la prensa inglesa o americana tenia que inventarse unos cuantos «hypes» más. Así aparecieron bandas como Mando Diao, Interpol, Hot Hot Heat, The Faint o The Rapture. Algunas no tenian el poderio de sacar un disco debut como para de verdad pensar en unos The Strokes o The White Stripes, pero si que habia otras bandas con un disco debut que podía tambalear los cimientos de dichas bandas. Entre ellas, Yeah Yeah Yeahs y su «Fever To Tell».
El grupo neoyorquino, no sale de la nada con este larga duración, ya que editó un primer EP en 2001 llamado «Yeah Yeah Yeahs» y otro un año despues con sesiones de este «Fever To Tell», bajo el nombre de «Machine». En ambos casos ya demostraban que podían ser una banda llamada a hacer cosas grandes dentro de la música alternativa americana gracias sobre todo a singles de ambos EP’s tan interesantes como «Bang!», «Art Star» o la propia «Machine».
Así que en 2003 sacan este «Fever To Tell» que nos ocupa, en el cual desde la primera nota descubrimos un grupo con un sonido fresco donde destaca especialmente la alocada voz gritona de la cantante de origen surcoreana Karen O que es respaldada por sus otros dos compañeros de banda, por un lado por una bateria potente y unas guitarras que compaginan los ritmos bailables con el poder de la distorsión más post-punk. Y es que desde la inicial «Rich» ese sonido sucio, poderoso y pegajoso nos mantiene en pie. Igual nos ocurre con la primera mitad del disco, dónde la voz de Karen O repleta en poderio y la perfecta union de Brian Chase a la bateria y Nick Zinner a las guitarras. En esa primera parte destaca el primer single del disco, «Date With A Night» posiblemente la canción mas atractiva del disco, donde descubrimos unas pegajosas guitarras que se funden con unas guitarras muy en la onda The Cramps todo ello aderezado por los gritos orgásmicos de Karen O y por un ritmo sincopado que bien podían haber firmado The Rapture o Radio 4.
En este momento ya se ven atisbos de relax en el disco, ya que «Pin» pierde intensidad pero gana en ambiente «nu-garajero» con unas guitarras muy The Strokes. Posteriormente «Cold Night» que es de todo menos una canción fría en su letra, algo más tranquila en su sonido y en la algo mas sosegada voz de Karen pero a nivel de guitarras es uno de los cortes mas rockeros. «No no no» es sin duda alguna el más complejo del álbum sobre todo debido a sus constantes cambios de ritmo y a su parte final. La voz ruidosa y algo descabalada de Karen O unido a las guitarras poderosas de Nick dan cierto aire de suciedad. El disco va llegando a su fín con una clara renuncia al baile y a los ritmos incendiarios, primero con el «hit» más para radioformulas que es «Maps», canción mucho mas accesible pero con una interesante letra y bateria, aunque mucho menos en la voz de Karen y en las guitarras casi inexistentes. El final llega con «Y-Control» y «Modern Romance», la primera aún conserva ese aire bailable y gamberro, pero está vez mas presente en la música que en la voz de su cantante y la segunda, es una pieza demasiado tranquila y sosegada.. en momentos muy aburrida. Te deja con un poco de mal sabor de boca, quizás «Y-Control» hubiera sido perfecta para cerrar.
¿Yeah Yeah Yeahs, otro soplo de aire fresco del panorama músical independiente como han demostrado con este «Fever To Tell» o simplemente un hype mas? ¡El tiempo lo dirá!